Mientras la polarización política en argentina sigue creciendo, las elecciones de octubre y las primarias de agosto ya están a la vista, así como las de gobernadores. Fue en ese marco que se anunciaron los cambios en el gobierno que se concretaron anoche.

El jefe de Gabinete saliente, Capitanich, regresa a su cargo de gobernador de Chaco, del que había pedido licencia, y se postulará en mayo a la intendencia de la capital provincial, Resistencia.

También cambió el ministro de Salud, Juan Manzur. Para asumir al frente de esa cartera, Manzur había pedido licencia como vicegobernador de Tucumán. Ahora vuelve a ese cargo y se va a postular a la gobernación de su provincia en agosto.

En diciembre, Aníbal Fernández había dejado su banca de senador para asumir como secretario general de la Presidencia. Ahora este cargo clave recae en Eduardo Wado de Pedro, y Fernández volvió a la jefatura de Gabinete, cargo en el que estuvo desde el 8 de julio de 2009 hasta el 10 de diciembre de 2011, durante el primer mandato de la presidenta. Este contador que se autodefine como “soldado de Cristina” fue además ministro del Interior durante el gobierno de Néstor Kirchner, entre otros altos cargos.

Otro soldado de Cristina es el que lo sustituye en la secretaría general de Presidencia. De Pedro es cofundador de la organización La Cámpora, junto al hijo de la presidenta, Máximo, entre otros. Uno de los tradicionales cánticos de esta organización proclama: “Soy soldado de Cristina” o “del Pingüino”, en referencia a Kirchner.

De Pedro es un abogado de 38 años que integraba el Consejo de Magistratura en representación del gobernante Frente para la Victoria. Ese consejo es el órgano que se encarga de supervisar al Poder Judicial, de nombrar y remover jueces, y esto hace que la prensa opositora lo presente como el “operador judicial” de gobierno, que atraviesa una etapa de fuertes tensiones con jueces y fiscales. De Pedro fue además vicepresidente de Aerolíneas Argentinas y es diputado desde 2011.

Capitanich, encargado de dar conferencias de prensas frecuentes en nombre del gobierno desde que asumió al frente del Gabinete, en noviembre de 2013 sufrió un desgaste inevitable por la exposición mediática que esto supone en un país muy polarizado. Durante un tiempo fue uno de los posibles candidatos a suceder en la presidencia a Fernández, y era considerado incluso uno de los preferidos de la presidenta, pero su candidatura quedó por el camino.