Considerando el déficit de larga data del Hospital de Clínicas (HC), la escasez de recursos, el deterioro de la planta física y el resentimiento de dos de las funciones características del hospital -enseñanza e investigación- frente al sobrepeso de la actividad asistencial, a mediados de 2014 el Consejo de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar) y la Comisión Directiva del hospital coincidieron en la necesidad de rediseñar el servicio.

Para eso se formó una Comisión de Líneas Estratégicas, conformada por autoridades de la facultad y del hospital, los órdenes de estudiantes, docentes y egresados, así como los funcionarios. El trabajo de la comisión integró un equipo técnico y el 15 de febrero concluyó la primera versión del proyecto de desarrollo del HC. Ahora será discutido por los órdenes, luego por la Comisión Directiva del HC y el Consejo de Facultad; finalmente, debe ser aprobado por el Consejo Directivo Central de la Udelar.

Cambia, todo cambia

El documento -disponible en el sitio web del hospital y en el de la facultad- comprende cinco áreas temáticas: inserción del HC en el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), gobierno y dirección, planta física, financiamiento, enseñanza e investigación.

Con respecto a la inserción en el SNIS, el proyecto afirma que actualmente “no existe una cobertura asistencial claramente definida” y que potencialmente está abierta a todos los usuarios de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) del país. Por eso propone “una demanda controlada y acordada” que tenga relación con el área geográfica en la que residan los usuarios. Si bien el documento estima que el hospital atienda entre 60.000 y 100.000 usuarios, Álvaro Danza, asistente académico del rector de la Udelar respecto del Hospital de Clínicas, declaró en diálogo con la diaria que posteriormente se corrigió esa cifra y se la llevó a 150.000 usuarios. Para ellos “el HC otorgará todos los servicios asistenciales de segundo y tercer nivel de atención”; además, atenderá consultas especializadas (se prevé establecer convenios o acuerdos de complementación o pago de servicios con ASSE y otros efectores públicos que no brinden ese servicio).

En cuanto a la planta física, se definió no generar nuevas construcciones anexas. Se conservarán las áreas de alta tecnología, “en las que se han realizado importantes inversiones en etapas previas”, y se prevé reordenar lo existente agrupando servicios y descomprimiendo las circulaciones verticales (es un hospital de 20 pisos). Las salas de internación se piensan “con nuevas tipologías que humanicen y dignifiquen los espacios”, con habitaciones para dos pacientes y con baños en cada habitación. Según explicó el decano de la Facultad de Medicina, Fernando Tomasina, se espera aumentar el número de camas de 300 a 400. El documento estima que los costos de la reforma de la planta física rondarán los 100 millones de dólares.

Respecto del gobierno de la institución, se busca que el “nuevo hospital” tenga un esquema de gobierno y de dirección que favorezca “una toma de decisiones ágil, con un importante grado de autonomía, acorde a las necesidades de una organización con la complejidad que posee el hospital universitario”. Se propone que el cogobierno se centre “en las orientaciones generales, en la definición de políticas y en el control de los órganos de gestión”.

Se apunta a jerarquizar la función de la dirección. El director general, que ahora tiene dos directores asistentes (en lo administrativo y en lo médico asistencial) tendrá cinco (incorporaría cargos de directores asistentes en enseñanza, investigación y finanzas).

El rol de la comisión directiva “será exclusivamente político y de contralor, sin atribuciones de conducción en la gestión universitaria”, expresa el texto. El director del hospital presidirá la comisión directiva y en ese ámbito tendrá voz y voto (hasta ahora no la integra y cuando asiste no tiene voto), que será contabilizado doble en caso de empate. El director, en lugar de ser electo por concurso como actualmente, será propuesto por el Claustro y nombrado por el Consejo de la Facultad de Medicina. La dirección asumirá competencias que hasta ahora tenía la comisión directiva y otras que estaban reservadas para el Consejo de la facultad, como poner sanciones a los docentes; el Consejo mantendrá la potestad de designar y renovar docentes, mientras que las destituciones docentes seguirán pasando por el Consejo Directivo Central, dijo Danza.

Otro de los puntos analizados en el documento es el modelo de gestión del HC, que se propone modificar. Se expresa que el modelo de gestión por cátedras es “subóptimo para la gestión asistencial” porque segmenta el proceso asistencial. Se crearían departamentos, centros, institutos o unidades de gestión asistencial; los jefes de esas unidades asumirán responsabilidades académicas y de gestión.

Se prevén diversas formas de financiamiento del funcionamiento del hospital. Las actividades de enseñanza no asistenciales y de investigación continuarían siendo cubiertas por el presupuesto universitario y por recursos extrapresupuestales a los que acceden los servicios universitarios. Se propone el cobro de cápitas del Fondo Nacional de Salud (como lo hacen las instituciones que son parte del SNIS) por la actividad asistencial de segundo y tercer nivel de atención. La tercera fuente de financiamiento sería el cobro por servicios de medicina altamente especializada que venda el hospital. Danza afirmó que hoy se venden servicios “en escasa cantidad” y que hay condiciones para aumentarlos.

El documento expresa que si bien el HC suele considerarse un centro con potencial docente e investigador, “lamentablemente, en los hechos, la investigación y la docencia transcurren como actividades marginales, desplazadas por la actividad asistencial”. Se estima que alrededor de dos tercios del total del presupuesto de la institución se invierten en la actividad asistencial. En talleres realizados durante la semana académica del HC en octubre de 2014, en conmemoración de los 61 años del hospital, los docentes concluyeron que “con su estructura actual el hospital no puede asegurar la calidad de los diferentes programas docentes, entendiendo por tales a los vinculados a la enseñanza médica de grado y posgrado, formación profesional y desarrollo permanentes y formación de otros especialistas del área de la salud”, recoge el documento. Ésas son las áreas que se potenciarán.

Seguir la discusión

Danza aseguró que hasta ahora en lo que más se ha avanzado es en la inserción en el SNIS y en el cambio de la estructura de gobierno, pero subrayó que “falta mucho por hacer”. En el debe está el tema de la reestructura de las carreras docente y no docente; hay que discutir cuál va a ser la solicitud presupuestal y las vías de financiación, declaró.

El equipo de gobierno del Frente Amplio se reunió en setiembre con referentes del HC, oportunidad en la que presentó su propuesta para el hospital, que está en consonancia con lo que propone la Comisión de Líneas Estratégicas: hay coincidencia en la inserción en el SNIS, los cambios en la gobernanza, la diversificación de las fuentes de financiamiento y la impostergable reforma de la planta física. Aquella reunión estuvo liderada por María Julia Muñoz -ex ministra de Salud Pública designada ahora titular de Educación y Cultura- y Martín Rebella, ex presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SUM), y concurrió, en calidad de invitado, Víctor Rossi, futuro ministro de Transporte y Obras Públicas. Allí expresaron la propuesta de que el gobierno nacional asuma la reforma edilicia del Clínicas.

Al respecto Danza respondió que “no hay nada claro todavía”, pero expresó que el dinero “va a salir de las arcas públicas, de la Universidad no; no podemos”.

Reacciones

Si bien los referentes de la Unión de Trabajadores del Hospital de Clínicas (UTHC) participan en la Comisión de Líneas Estratégicas, en diciembre manifestaron públicamente su oposición al proyecto. El martes el gremio hizo un paro parcial y se reunió en una asamblea en la que, según publicó ayer El Observador, resolvió comenzar una huelga a partir del 6 de abril si se mantiene la propuesta. La posición del gremio está plasmada en un documento publicado en el sitio web de la UTHC. Allí se afirma que el proyecto busca “formar los futuros profesionales de la salud en una lógica mercantil, que favorezca la concepción de salud mercancía, que se preocupe por los planes de negocios”. Se critica que no se hable de presupuesto, que no se plantee el número de camas y de funcionarios; expresa que ahora el hospital atiende a cerca de 240.000 personas (no hay una cifra oficial al respecto) y que si se piensa atender a 100.000 no serían necesarios los 3.000 funcionarios, porque alrededor de 1.500 ya no tendrían lugar “en ese hospitalito ‘moderno’ y empresarial”. El gremio rechaza que las unidades de gestión que se propone crear vayan a resolver “de forma unilateral” las condiciones de trabajo, en lugar de la negociación colectiva, y afirma que la investigación “se quita del ámbito cogobernado y se deja en manos exclusivas del Súper Director”, puesto que la formulación y la aprobación de planes de investigación y de enseñanza serán ahora potestad de la dirección y no de la Comisión Directiva. Sostiene que la propuesta “privilegia en todo momento la venta de servicios al cumplimiento de las funciones de la Universidad”.

La UTHC no acompaña los cambios en la forma de gobierno, principalmente que el director sea “juez y parte con doble voto” en la Comisión Directiva, y por ello habla de “autoritarismo”.

Fuentes universitarias dijeron a la diaria que los docentes recibieron de buena manera el proyecto de reforma, que analizarán a comienzos de marzo. También coinciden los egresados, puesto que los cambios proyectados están de acuerdo con las recomendaciones propuestas por la 9ª Convención Médica Nacional en junio de 2014, y así lo destaca una nota publicada el martes en el sitio web del SMU. Los estudiantes no se han manifestado, pero no estarían de acuerdo conque el director concentre tantas atribuciones.