El estadio Ernesto Dickinson de Salto, que quedó con el sabor amargo de no poder ver a las selecciones de su tierra dando las respectivas vueltas olímpicas en 2014, sueña con poder vivir esa experiencia este año. Juveniles y mayores lograron el sábado la clasificación a las semifinales, dejando por el camino a Melo, y se alimenta la ilusión de revancha de lo vivido el año pasado, cuando entre Minas y Tacuarembó hicieron trizas la esperanza de un doble festejo en una misma tarde.

El partido de fondo de este fin de semana se definió por penales después de un empate en un gol, idéntico resultado que en el partido de ida. Había arrancado ganando Melo en el primer tiempo, tras un potente tiro de Ruben González ante el que, según coinciden las crónicas, el portero Carlos Regueira no tuvo una reacción adecuada. En la segunda mitad Marcelo Menoni empató de penal, resultado que dio lugar a la definición por penales, instancia en la que Regueira tuvo la revancha y contuvo uno de los disparos melenses.

El rival salteño del domingo en las semifinales será San José, que será locatario. El viernes la selección alba del sur le terminó de ganar a Fray Bentos. Los maragatos repitieron el 2-1 del partido de ida, esta vez con goles de Germán Alayón a los 5 minutos y de Juan Manuel Gómez cuando todavía no se habían jugado 15 de la segunda parte. La primera mitad se había cerrado con un empate a un gol, dado que Ángelo Cabral la mandó a guardar desde los 11 pasos. Hubo otro gol en el segundo tiempo, cuando San José iba ganando, pero el arquero maragato Gonzalo Ruiz detuvo la redonda.

En el Eduardo Martínez Monegal de Canelones cayó el local. El clima fue tenso, y los canarios centraron las culpas en el árbitro Sergio Liuzzi. En lo que se refiere estrictamente a toques, goles y atajadas, el partido terminó empatado 2-2. Zona Oeste de Maldonado había condicionado bastante la serie al sacar, como local, una diferencia de dos goles sin haber recibido tantos de la visita. En el partido jugado el viernes, Zona Oeste amplió la diferencia con un gol de penal de Pablo Abbadie, y luego empató Luis Moreno sobre los 15 de la segunda parte. Pero cinco minutos más tarde, Abbadie le quitó incertidumbre al marcar el 1-2. Canelones tuvo la posibilidad de empatar con un penal, pero lo contuvo el golero José Hernández. La igualdad llegó recién al final del partido, cuando ya se habían sucedido 90 minutos de fútbol, con una anotación de Salvador Elizeche.

En las semifinales Zona Oeste de Maldonado tiene pendiente el partido más esperado en ese departamento. El sábado en Pan de Azúcar, deberá enfrentar a la otra selección de Maldonado, la de la capital, que se clasificó después de perder en el Campus, por penales. El arquero Nicolás Alonso fue un poco el héroe, es cierto, pero es imposible que por lo ocurrido en el último penal en tierras olimareñas no analicen cuánto pudo tener de responsabilidad Matías Rodríguez. Durante el partido el local anotó, con gol de Rafael Melo, pero fue anulado por un polémico offside. Treinta y Tres, con la roja al pecho, recién en los descuentos pudo conseguir el gol por el que había estado peleando toda la noche. Como en el partido de ida el resultado había sido 0-1 a favor de los fernandinos, la llave se resolvió por penales. Allí hubo de todo. Primero, el arquero de Maldonado, Nicolás Alonso, atajó uno; después, Bruno Teliz la picó y convirtió para los olimareños; más tarde, cuando los locatarios sólo tenían que hacerlo para sellar la tanda por adelantado, el arquero de la roja, Dino Acosta, detuvo el disparo de Pablo Suárez. Treinta y Tres tenía obligación de convertir para que los penales siguieran, pero una pirueta de Matías Rodríguez no terminó bien. El olimareño intentó sorprender al golero fernandino haciendo un ligero movimiento que convirtió su pie de apoyo en pie de shoteo -algo que suele hacer cuando tira penales- pero no logró mucho más que un disparo para nada provisto de potencia, que fue, rastrero, prácticamente a la mitad del arco. El festejo por la obtención de la llave le correspondió, entonces, a Maldonado.