Los casos de ciudadanos negros baleados por policías en Estados Unidos tuvieron dos nuevos incidentes esta semana. El gobierno de la ciudad de Cleveland manifestó en una carta que la muerte del niño de 12 años, Tamir Rice, que fue baleado en noviembre por la Policía mientras jugaba con una pistola de juguete, fue responsabilidad del propio niño.

La carta es parte de la defensa que presentará la ciudad ante una demanda de la familia de Rice. Según informó CNN, que tuvo acceso al texto, allí se indica que “las lesiones, pérdidas y daños” sufridos por Rice “fueron ocasionados directamente por el difunto” y no por la ciudad. Rice falló al “ejercer el debido cuidado para evitar lesiones”, agrega.

La de Rice fue una de las varias muertes ocurridas el año pasado en Estados Unidos como consecuencia de la actuación policial. Esta serie de muertes comenzó en agosto con el asesinato de Michael Brown, cuyo autor fue absuelto.

Ayer ocurrió lo que parece una nueva muerte de esta serie: un grupo de policías mató a un indigente negro al disparar contra él en la zona de Skid Row, en Los Ángeles. La Policía se dirigió al lugar en el que dormía el indigente, identificado por la gente de la zona como África, después de recibir una denuncia por robo. Según testigos del lugar y un video que se difundió por Facebook, África, rodeado, intentó evitar el arresto. Los policías dicen que en ese enfrentamiento el indigente le robó el arma a uno de ellos, tras lo cual le dispararon.

En Skid Row residen centenares de personas sin hogar, que con carpas, telas o cajas de cartón se arman un lugar para dormir sobre las veredas. Un fallo judicial reciente estableció que estas personas pueden dormir allí durante la noche, pero durante el día deben desarmar todo para liberar la vereda. Skid Row es una zona de cinco cuadras por diez, aproximadamente, y es una de las áreas de Estados Unidos en la que vive mayor población de indigentes. Según el último censo (del año 2000) éstos son 2.000, pero ahora se estiman hasta en 4.000, la mayoría de ellos con enfermedades mentales. Skid Row ha sido definida como “un asilo al aire libre”.

La Policía de Los Ángeles ha intentado distintas estrategias en esta zona. Entre 2013 y 2014 aumentaron los delitos -sobre todo los vinculados a robos y venta de droga-, lo que sirvió para que la Policía modificara su enfoque a fines de 2014. Para ello, se lanzó el programa Iniciativa de Ciudades más Seguras, en el que un grupo de 50 policías frena delitos menores -como prostitución o tirar basura en la calle- como una forma de prevenir delitos mayores. Policías de este grupo fueron los que dispararon contra África.

Este cambio de método policial fue criticado por organizaciones civiles que trabajan en la zona y que consideran que el nuevo enfoque lleva a la criminalización de la gente que no tiene hogar, y que los arrestos casi constantes hacen aun más difícil la reincorporación de estas personas a la sociedad.

Según información oficial, la población de personas sin hogar en Los Ángeles aumentó 15% en los últimos años y llegó a 53.798, número que dentro de Estados Unidos sólo es superado por Nueva York, con 64.060 personas en esa situación. Pero a su vez, Los Ángeles es la ciudad que cuenta con mayor porcentaje de gente sin hogar que no tiene refugios públicos a disposición, ya sea porque éstos están lejos o porque no tienen camas disponibles. Esta situación afecta a 82% de esas personas.