Es la primera vez que un instrumento de este tipo, que prevé la asociación entre los ahorristas del sector doméstico y una empresa estatal, se pone en el mercado. Poco más de un año después de firmado el acuerdo entre UTE y la República Administradora de Fondos de Inversión Sociedad Anónima (RAFISA), se concretó la oferta de certificados por el que la generadora eléctrica ofrece a los hogares asociarse en su parque eólico Pampa, instalado en las cercanías de la ciudad de Tacuarembó, en el kilómetro 320 de la ruta 5.

El jueves 19 se largó el tramo por el que la Bolsa de Valores recibió ofertas de más de 6.000 ahorristas minoristas por 100 millones de dólares, un monto 6,7 veces superior al ofertado inicialmente, de 15 millones. Unos días después, el martes 24, se largó el tramo mayorista -que no contaba con una renta garantizada-, en el que ofertaron las compañías administradoras de fondos previsionales (AFAP), inversores de gran porte y, sorpresivamente, algunos minoristas, también por un total de 369 millones de dólares, una cifra 5,9 veces mayor al monto previsto, de 62 millones de dólares.

“No hay dudas de que fue un éxito”, afirmó Casaravilla. Para el jerarca, “se demuestra en el hecho de que no sólo conseguimos el apoyo de los que tenían garantizada la renta, sino de los que en un principio no la tenían”, y esto se debe a que “por un lado, estamos poniendo un producto que realmente es interesante -el tema de cambiar la matriz energética del país es algo que tiene entusiasmadas a muchas personas- y que eso tenga a UTE atrás es muy importante, porque es lo que le da la certeza al inversor de que hay una empresa seria; y por otro, a que hay una avidez de estos instrumentos de ahorro”. Próximamente, UTE financiará “con instrumentos equivalentes o iguales” un parque eólico en Treinta y Tres, Valentines; y otro en Flores, cerca de Trinidad, Colonia Arias, ambos con la capacidad de generar hasta 70 megavatios.

Mercado resurgente

Pero además de financiar el parque eólico, la asociación entre RAFISA -cuyo único accionista es el Banco República- y UTE tenía previsto ayudar a desarrollar el mercado de valores doméstico.

“El mercado de capitales estaba específicamente orientado al financiamiento de la deuda pública, en una época en la que ésta se financiaba en el mercado doméstico bajo la emisión de bonos del tesoro”, contó Sitjar. Éste fue el “rol principal de la Bolsa durante toda la posguerra y especialmente después de la ‘tablita’ en 1982, cuando Uruguay -como el resto de los países de América Latina- perdió el acceso al crédito internacional y se financiaba con emisiones de bonos de tesoro de la Bolsa. Luego vino la estabilización, en la década del 90, y finalmente la reestructura de deuda, en 2003, cuando toda la deuda pública migra a ser emitida en mercados internacionales, y la Bolsa pierde ese rol”.

Al día de hoy, Sitjar consideró que el mercado doméstico “está resurgiendo después de años de estancamiento”, y en la medida en que éste se dinamice, generará “un grado de libertad adicional para sostener la economía”, teniendo en cuenta la fuga de los capitales de los mercados emergentes así como la incertidumbre de la política monetaria estadounidense. “De esta manera Uruguay puede acceder a un nuevo instrumento, que le permite financiar los proyectos sin recargar las arcas del gobierno central”, destacó.

Seducción minorista

El “mayor logro” de Pampa fue, para Sitjar, lograr que “los ahorristas minoritarios quedaran seducidos”. Adelantó que la próxima emisión del gobierno mediante este tipo de instrumentos se dirigirá al financiamiento de las carreteras e infraestructura. “La gente va a poder comprar metros de carretera”, afirmó quien confía en que la tercera etapa de la Ley de Inclusión Financiera -a reglamentarse a fines de abril, según dijeron fuentes del Ministerio de Economía a la diaria- ayudará a su vez a “dirigir los instrumentos a un público más generalizado” así como “hacerlo posible en el interior del país”.

Consultado al respecto, el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, confirmó a la diaria que “efectivamente se podría gestionar proyectos de infraestructura por algún mecanismo similar al utilizado por UTE en la Bolsa de Valores, pero con la salvedad de que, como ministerio, hay algunas facultades que no tenemos”. Consultado sobre la posibilidad de que sean los tramos en las rutas 21 y 24 -licitados su diseño, construcción, operación y financiamiento por el mecanismo de Participación Público Privado-, dijo que “eso dependerá de los privados que lo gestionen”, pero dejó entrever que “es muy probable que se recurra a este tipo de mecanismos”.

En el caso de Pampa, la compra mínima que se podía hacer era de 1.000 dólares, pero Sitjar apostó que para los próximos proyectos el monto se pueda reducir a 500 dólares.