En los últimos años, Uruguay ha procurado diversificar los países con los que firma acuerdos de cooperación en defensa, sostienen las autoridades de gobierno. “Uruguay antes era monoparental”, graficó el subsecretario de Defensa Nacional, Jorge Menéndez, para explicar el vínculo estrecho que existía en la materia con Estados Unidos. Actualmente, además de los acuerdos de cooperación en defensa con países sudamericanos, Uruguay firmó un tratado de cooperación con Portugal, y el jueves 26 hizo lo propio con España, con la presencia del ministro de Defensa de ese país, Pedro Morenés.

Según se informó ese día en conferencia de prensa y en las páginas oficiales del gobierno, el acuerdo se enmarca en el Tratado General de Cooperación y Amistad entre Uruguay y España, firmado en 1992. Este último tratado establece la voluntad de ambos países de fortalecer la cooperación bilateral en los ámbitos político, económico y financiero, de cooperación técnica y científico-tecnológica, educativa y cultural, y consular, sin menciones específicas a temas de defensa o militares.

El acuerdo firmado el jueves establece la conformación de una comisión bilateral para la cooperación en materia de defensa, integrada por representantes designados por la subsecretaría de Defensa Nacional de Uruguay y por la Secretaría General de Política de Defensa de España. Además, establece la cooperación entre las Fuerzas Armadas en educación y formación, política de defensa, sistemas de información y gestión de crisis, y abarca al ámbito científico-tecnológico, al área de industria de defensa, a la protección de información clasificada y a los aspectos financieros. Esto surge de lo que se informó públicamente, ya que el acuerdo -que deberá pasar por el Parlamento- aún no fue difundido.

Menéndez aseguró, en diálogo con la diaria, que el acuerdo firmado el jueves con España “no innova en ninguna materia” y es muy similar al suscrito con Portugal. “Esto no nos obliga a nada, solamente nos da opciones”, remarcó.

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Por otra parte, Menéndez aseguró que el gobierno actual no tiene “ningún interés” en reflotar el acuerdo de intercambio logístico con Estados Unidos que se remitió al Parlamento en la legislatura pasada.

En 2012, el Ejecutivo de José Mujica envió al Parlamento un acuerdo que preveía, entre otras disposiciones, la construcción y el apoyo a operaciones en bases militares entre ambos países. En 2013, la bancada de legisladores del Frente Amplio (FA) resolvió dejarlo “en el congelador” por considerarlo inconveniente para el país, lo que motivó el enojo de Estados Unidos. Quien era en ese momento la embajadora de ese país en Uruguay, Julissa Reynoso, declaró a la diaria el 22 de mayo de 2013 que le “sorprendió” la decisión de la bancada del FA, y remarcó que su país no tenía ninguna intención de construir bases militares en Uruguay. “Me sorprendió un poco que el acuerdo de suministro no fuera ratificado, porque se trata de un acuerdo muy particular, para poder autorizar a los países a compartir cosas técnicas cuando sea necesario. Por ejemplo, si hay un helicóptero en el Congo piloteado por uruguayos y le falta un tornillo, nosotros, dentro de ese marco, le podemos dar ese tornillo, sin precio, gratis. Ahora mismo, si le pasa algo en el Congo o en Haití a un soldado uruguayo, no podemos darle esa pieza. Es más para el interés de Uruguay, porque es muy difícil imaginar la situación de que un soldado norteamericano necesite una pieza de un uruguayo”, declaró la embajadora en aquel momento.

Éste no es el único acuerdo con Estados Unidos que presenta dificultades. Las negociaciones con el gobierno de Barack Obama para sustituir el acuerdo marco de defensa vigente entre ambos países desde 1953 también están detenidas, aseguró Menéndez.

En junio de 2013 Uruguay hizo su última propuesta a Estados Unidos. El modelo que proponía Uruguay para un nuevo acuerdo dista mucho de los términos del acuerdo de 1953, suscrito en plena Guerra Fría y que implicaba una cooperación en términos de alineamiento con Estados Unidos; en cambio, ese país propone un modelo que es una continuación del acuerdo de 1953. Menéndez señaló que Estados Unidos “dijo que la mejor forma de seguir avanzando era detenerse en este momento, por temas internos de ellos”. “Para modificar tan profundamente un acuerdo, a veces requieren procesos internos”, explicó el subsecretario.