Fue un buen partido del equipo uruguayo en el estadio Agustín Tovar de Barinas. Terminó con goleada a favor y con pasajes para la siguiente ronda: lo que fue a buscar. Matías Santos en el primer tiempo, más Nicolás Albarracín y Gastón Rodríguez en el complemento, firmaron los goles de la victoria. Con el resultado el bohemio terminó segundo en el grupo 5 con 10 puntos y superó a Palestino, que quedó en 7. Boca Juniors, ganador de todo, cerró primero y con 18 puntos.

El mandato de Alfredo Arias se notó desde el primer minuto. Como siempre. Jugar es la consigna, mantener la posesión de la pelota es el mayor argumento y presionar en campo rival es su forma de defender. Wanderers paró a Carlitos Techera en el arco; la línea de cuatro estuvo conformada por Federico Barrandeguy, Emiliano Díaz, Paulo Lima y el capitán Maxi Olivera; Matías Quagliotti jugó de cinco; Santi Martínez y Matías Mago Santos, un poco más adelantados; Joaquín Verges y Albarracín fueron medias puntas, mientras que Juan Cruz Mascia fue el centrodelantero.

Salvo por alguna esporádica contra, el bohemio logró controlar el juego en el primer tiempo. Debió hacer una variante tras la lesión de Emiliano Díaz a los 23 minutos. Ingresó Adrián Colombino para ocupar el puesto de número cinco, y Quagliotti pasó a la zaga. Fue un cambio posicional, y el resto no cambió nada: Santos en el traslado, Albarracín y Verges como los más peligrosos, Mascia y la ocupación de los lugares vacíos llevaron a Wanderers a tener algunas chances de gol. Tras dos sin suerte, luego de un tiro libre que fue rechazado, el bohemio recuperó la segunda pelota. Se la dieron al pichonero Verges, quien buscó la raya de fondo. La vieja receta del fútbol marca que “centro atrás es medio gol”. Fue asistencia entera. El Mago Santos la tocó suave y puso el 1-0.

En el complemento, a Zamora le dio por golpear. Demasiado. Bastante desleal, por momentos. Wanderers, nada. Calladito, cabeza levantada y a seguir jugando. Cuando se llegaba al minuto 64, el recién ingresado Gastón Rodríguez se la pasó rasante a Albarracín. El diez acomodó y sacó el latigazo desperfecto pero esquinado. Fue el 2-0 de una noche redonda. Misión cumplida y a mirar el partido en la Bombonera. Redes sociales, Whatsapp y telefonía encendidos. Mientras caían noticias de goles errados por Boca -y que en Buenos Aires faltaban diez minutos de partido por el atraso tras sucesivos apagones-, la dupla del segundo gol se juntó nuevamente. Fue a la inversa: Albarracín devolvió gentileza y pelota para que Rodríguez conquistara el 3-0. Con esa diferencia Wanderers alcanzó los 10 puntos en la tabla, pero si Palestino metía uno en Argentina la historia sería otra. Minuto justo para que Leandro Marín volara en palomita para decretar el 1-0 para Boca. Abrazo bohemio y soñador en Venezuela.

Boca y Wanderers se suman a los clasificados del miércoles para la segunda ronda: Tigres de México y Racing de Argentina, ambos en el lote de los primeros, que se suman a River Plate argentino y Guaraní de Paraguay, quienes irán al bombo de los segundos, donde va el bohemio. La semana que viene será la definitiva. Se sabrá cuáles son los que siguen en carrera, sus posiciones finales y los cruces. La Copa Libertadores comprará emociones. El resto, que apague la luz.