Como es costumbre desde hace unos años, la Comisión de Hacienda de Diputados invitó en su primera sesión al equipo económico del gobierno con la intención de que informara respecto de la situación de la economía, así como de las diferentes líneas de acción que la cartera prevé implementar en el actual período de gobierno. Si bien la oposición intentó ahondar en el lineamiento presupuestal, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, no largó palabra; dijo que es un proceso que recién comienza y que la definición del espacio fiscal disponible es el “último paso”.

“La verdad es que estamos ante un panorama muy complejo”, comenzó diciendo Astori respecto del contexto internacional y regional. Sin embargo, fronteras adentro, afirmó que la situación es prometedora. A pesar de la “clara tendencia” a la desaceleración de la inversión en los últimos meses, evaluó que “en la comparación histórica de Uruguay con nosotros mismos, nuestro país llegó a registros que históricamente eran desconocidos”. De hecho, incluso consideró “muy probable” que “las condiciones un tanto deprimentes que hay en la región más vecina ayuden a que Uruguay reciba un volumen importante de inversiones”.

Pero, por lo pequeña que es la economía uruguaya, “no tiene otro camino que la apertura”, que se volverá más determinante cuanto más difícil se vuelva el contexto internacional. Astori abogó por un concepto de apertura “en el sentido más amplio posible”, en el que además de multiplicar los volúmenes comerciales y atraer inversiones, se procure “defender valores” y la “cooperación cultural” ocupe un papel importante. Dijo que “Uruguay, sin Mercosur, no tiene posibilidades de tener una inserción internacional sólida”, por lo que en los próximos meses “se tratará de ver cómo actuamos dentro”. “Brasil y Argentina tienen sus problemas; no somos nosotros quienes vamos a opinar acerca de ellos ni mucho menos a decirles lo que tienen que hacer, pero sí a expresar que respetamos sus tiempos y reclamamos, a cambio, flexibilidad para hacer acuerdos fuera de la región”.

La inflación y su convergencia al rango objetivo fijado por el Banco Central de 3% a 7% es el “principal desafío en el corto plazo” para el equipo económico. Si bien destacó los “11 meses consecutivos de desaceleración” del aumento de precios, notó que la interrupción de esta tendencia en el último mes resaltó la importancia de seguir de cerca esta evolución, pero también la de la inflación subyacente, “que es aquella que se corrige eliminando la incidencia de los factores más volátiles, de aquellos precios que acusan con mayor intensidad las circunstancias extraordinarias”.

Los primeros pasos

El diputado del Partido Independiente Iván Posada puso el debate presupuestal sobre la mesa. “Creemos que la política económica hoy tiene muchas más restricciones, por lo que es necesario tomar ciertas decisiones para generar un ajuste gradual”, sostuvo, advirtiendo que “seguramente en este período haya que procesar un ajuste de precios relativos”. Astori reconoció el “desalineamiento” de los precios y advirtió que revertirlo supone “encontrar la consistencia que debe existir entre la política monetaria y la política fiscal”, aunque no quiso adelantar los lineamientos que seguirá el armado del presupuesto quinquenal.

“El déficit fiscal parece no ser la prioridad”, concluyó el diputado nacionalista Jorge Gandini cuando terminó la presentación. Consultó acerca del espacio fiscal disponible para absorber las dificultades que genera la desaceleración de la economía en la región, pero Astori, que tomó la palabra para responderle, descartó la subestimación del resultado fiscal y dijo que el equipo está trabajando sobre “los primeros pasos” del diseño de los instrumentos y, en particular, del Presupuesto Quinquenal, y en este sentido “el espacio fiscal es el último paso de este proceso”. Dijo que esa meta aún no está definida, sino que la están “buscando”.

Por último, el diputado colorado Conrado Rodríguez se refirió al “conflicto institucional que está viviendo el país entre dos poderes del Estado”, en referencia al conflicto entre el Ejecutivo y el Judicial, término que Astori descartó. Dijo que, en todo caso, las responsabilidades “son compartidas” con el Poder Legislativo, “que tuvo su papel en cuanto a la generación de este tema”, pero que más que como un conflicto institucional, lo ve como “un conflicto salarial”.