En un acto multitudinario, emitido por cadena nacional el lunes, el gobierno argentino celebró el aniversario de la Revolución de Mayo de 1810. Incluso los medios enfrentados con el gobierno destacaron que fue una de las mayores concentraciones convocadas por el kirchnerismo desde que Néstor Kirchner inició su gobierno. La presidenta, que dejará el cargo el 10 de diciembre, recordó que su esposo asumió el 25 de mayo de 2003 e hizo varias menciones al discurso que dio entonces. Una de sus varias críticas a la prensa estuvo vinculada con esto. “Desde algún editorial se pronosticó que ese gobierno iba a durar apenas un año. Fallaron, como siempre”, dijo, y repasó los logros de los tres gobiernos kirchneristas.

Consideró en el balance las nacionalizaciones, los Consejos de Salarios, pero al evaluar qué es lo “más importante” de los últimos 12 años concluyó: “Hemos construido otra vez la patria”. También criticó a los medios al defenderse de las denuncias que publican contra ella y su familia. “No tengo ninguna cuenta en el exterior que puedan descubrir. Al contrario, les descubrieron miles de cuentas a otros. ¿Vieron algún programa de investigación sobre esas cuentas?”, ironizó.

Después de reconocer que puede caerles mal a algunos y que no todos tienen por qué votarla, pidió a quienes la escuchaban que “con una mano en el corazón [...] piensen cómo estaban en mayo 2003” y se pregunten si no “están un poco mejor”. También pidió al público que “no tengan miedo” a lo que pueda pasar cuando ella ya no esté. “Muchos me miran con miedo y me dicen: ‘¿Qué va a pasar?’. Va a pasar lo que ustedes quieran que pase. Ustedes son los dueños de su destino”, afirmó.

La presidenta se mostró confiada: “Van a venir muchos 25 de mayo más en los que el pueblo se volcará a la plaza y en los que el pueblo estará feliz”. En otro momento de su discurso también dijo: “Hemos podido demostrar que no era un veranito, como siempre decían en las crónicas periodísticas. ¡Señores, vamos por 12 veranos para la Argentina y queremos un número 13”.

Algunas quejas

Sin embargo, el discurso de la presidenta también incluyó algunos malos augurios. “Estemos atentos, estemos atentos todos a lo que pasa, porque tal vez -ojalá Dios no lo quiera y no lo permita- intenten hacer cosas para enojar a la gente, para que la gente se asuste y se enoje con alguien”, dijo Fernández.

Ayer el diputado Edgardo Depetri ahondó en ese sentido. “Si hay paro que haya paro, pero que se cuiden los dirigentes sindicales que convocan al paro. Que no sea cosa que aparezca de nuevo una situación de crisis, que se instale de nuevo un caso similar al de Mariano Ferreyra. Tengamos cuidado: que no se generen hechos de violencia y terminen incendiando comercios”, dijo en referencia al paro anunciado para el 9 de junio por los sindicatos opositores. En declaraciones a la radio argentina Splendid, también se refirió así a la muerte, en octubre de 2010, de Ferreyra, militante del Partido Obrero, a manos de una patota que, según estableció la Justicia, estaba dirigida por el ex secretario general de la Unión Ferroviaria José Ángel Pedraza.

Fernández mandó otro mensaje, más explícito, a los sindicatos. “Espero que a partir del 10 de diciembre los mismos dirigentes sindicales pongan toda la fuerza para conseguir todos los aumentos que consiguieron en estos años. Si no lo hacen, yo les voy a decir a los trabajadores que cambien de dirigentes sindicales, para que sigan teniendo los mismos derechos”, advirtió.

Sobre los opositores, dijo que “está bien que critiquen”, que tienen que hacerlo, y agregó: “Deben proponer también, pero bueno...”. Antes había dicho que “éste es un proyecto colectivo” que “no puede depender de una sola persona”, que depende de la gente y que “debe continuar”. Agregó que no se trata de “continuidad o cambio” y pidió: “Los que quieren cambio, que nos expliquen a todos qué cambio quieren”.

También el ministro de Defensa, Agustín Rossi, que abandonó su candidatura a la presidencia hace poco, pidió a los opositores que no se queden en “frases hechas”. Agregó: “Esto de que se necesita un cambio y no se diga cuál es el cambio resulta insuficiente para candidatos a presidente”. Además, consideró “magnífico” que “un gobierno que está cumpliendo 12 años (los cuatro de Kirchner y los ocho de Fernández) y una presidenta a la que le faltan seis meses para terminar su mandato” convoquen “a unas 800.000 personas a Plaza de Mayo”.

Desde la oposición no faltaron las respuestas. El líder del Frente Renovador (FR) y precandidato presidencial Sergio Massa lamentó que haya habido “festejos divididos” y aseguró que el año que viene habrá una “Argentina unida”.

En tanto, desde Propuesta Republicana (Pro), el candidato a jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta consideró que la celebración “estuvo teñida de partidario” y lamentó que Fernández no hubiera compartido el Te Deum, una ceremonia religiosa tradicional del 25 de mayo, con el jefe de Gobierno porteño y precandidato a presidente de Pro, Mauricio Macri, porque ése “hubiera sido un lindo mensaje de unidad”.