El espacio Casa Grande del Frente Amplio (FA), que lidera la senadora Constanza Moreira, organizó una actividad abierta en el bar Los Girasoles en la que ella, Rafael Paternain, Andrés Scagliola, Damián Rodríguez, Andrea Delbono y Serrana Castro analizaron los resultados electorales de las elecciones departamentales del 10 de mayo.

Delbono detalló los resultados y porcentajes de cada partido y destacó que el FA ganó en los departamentos con mayor población y que en Montevideo “recuperó terreno” con respecto a 2010, aunque globalmente, comparando octubre y mayo, perdió más de 70.000 votos. Con respecto a la votación de Casa Grande, Delbono dijo que el sector superó los 40.000 votos a nivel nacional, consiguiendo una edila en Montevideo y varios en el interior. Además, destacó que respecto de octubre, creció la proporción de votos en el interior con respecto a los de la capital.

Castro analizó el resultado en Canelones y dijo que las localidades donde Casa Grande votó mejor fueron Las Piedras, Pando y Solymar. Agregó que en febrero “se sufrió un desprendimiento” importante, en referencia al Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) e Izquierda en Marcha, que se presentaron con lista propia, y que se decidió “seguir con la marca Casa Grande”, apoyar al candidato del FA Yamandú Orsi, pero no ir con el sublema del Movimiento de Participación Popular, sino con el Partido Comunista, en el que encontraron “un gran aliado”.

A Rodríguez le tocó analizar el resultado en Maldonado, donde el FA perdió la intendencia obtenida en 2005. Señaló la “abrupta caída” de la lista 738, del sector del dos veces intendente Óscar de los Santos, y la conflictiva relación a la interna.

En cuanto a la baja votación a nivel municipal, Scagliola dijo que el FA, que llegó al gobierno nacional creciendo desde lo local, ahora descuida el trabajo en lo local, y exhortó a Casa Grande a hacer “un trabajo de cinco años” en ese nivel.

Paternain reflexionó sobre el PN y dijo que es el único partido que le disputa al FA “bases sociales”, y se preguntó sobre la pérdida de apoyo en “las clases medias y clases medias altas e intelectuales”. En esta situación, dijo que Casa Grande tiene el desafío de aportar a la construcción de una propuesta estratégica para estos sectores medios que podrían estar en disputa con el PN, pero no desde la “ficción de disputar el centro” sino desde “nuevas pautas redistributivas”.

Finalmente, Moreira señaló que hay “un escandaloso empantanamiento” del FA, comparando los resultados electorales de 2009-2010 y 2014-2015, y que perdió 6% del electorado (70.000 personas) entre octubre y mayo. “Éstas son las dos cosas que el FA se tiene que poner a analizar”, agregó.

Sobre Maldonado, dijo que “es la primera vez que el FA pierde después de diez años de gobierno”, hecho que cuestiona “la seguridad” que se tenía de que, después de diez años, “ya no se perdía más”.

También dijo que el FA tiene que analizar por qué a los montevideanos no les interesa la elección municipal, ya que fue la fuerza política que impulsó ese nivel de gobierno. Moreira dijo que Lucía Topolansky empezó la campaña con un “tres a dos” por encima de Daniel Martínez, pero al final Martínez duplicó la votación de Topolansky. “Eso quiere decir que para el elector las personas importan y mucho, y el FA no le presta atención a cuál es el mejor procedimiento de selección de sus candidatos”, agregó. Para la senadora, uno de los desafíos del FA es cómo volver a crecer, porque “ser gobierno no asegura el crecimiento político ni la continuidad política”.