“Sintonía Y coincidencia” fue lo que sintió el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Ricardo Reilly, tras el encuentro que mantuvo ayer, junto a una delegación de la directiva, con el presidente Tabaré Vázquez y el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre. Reilly dijo a la diaria que el encuentro fue “muy positivo” porque “hubo varias coincidencias con el proyecto que el gobierno tiene a futuro”.

La reunión se focalizó en la necesidad de aportar mayor competitividad al sector de los agronegocios. Se analizaron las actuales circunstancias que atraviesa la actividad vinculada a los agronegocios, tanto por el clima como por los mercados externos. Los empresarios rurales plantearon “ajustes” que, a su entender, son necesarios, en la conducción macroeconómica y en políticas sectoriales, para mejorar la competitividad.

En lo que hace al gasto público, la directiva rural pidió al Poder Ejecutivo que lo reduzca y que tome las medidas necesarias para “mandar un mensaje de austeridad” que “se refleje en los costos de producción, que a corto plazo deberían reducirse para acompasar el nuevo escenario, ya no favorable”. En cuanto a la inserción internacional, ve “con buenos ojos” la impronta “proactiva y agresiva comercialmente” de la política llevada a cabo por la cancillería.

En relación al tipo de cambio la ARU planteó al gobierno “la necesidad de mantenerlo alineado con lo que hacen nuestros competidores y socios comerciales”. “Vemos que el dólar poco a poco ha acompasado este movimiento, pero todavía estamos 10% abajo del tipo de cambio de equilibrio”, expresó Reilly.

“Lo importante es no olvidarse de que el crecimiento económico de estos años estuvo ligado al desarrollo y crecimiento que tuvo el agronegocio, explicado en gran medida por los efectos multiplicadores que genera el sector agropecuario sobre el resto de las actividades económicas, siendo el sector más relevante de la economía nacional”, afirmó el presidente de la ARU, y agregó que Vázquez “lo tiene muy claro”.

Reilly afirmó que “las puertas quedaron abiertas de los dos lados para seguir conversando”.