La “posición común” de los países miembros de la Unión Europea (UE) hacia Cuba es un instrumento diplomático, aprobado en 1996, que condiciona las relaciones mutuas al avance democrático y el respeto de los derechos humanos en ese país, y que en la práctica implica un bloqueo que desde el año pasado se está flexibilizando.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, dijo ayer que la posición común “no debió existir nunca”, que fue “una importación a través de quien ustedes saben”, y confió en que “eso se va a resolver”. Aludía a la negociación que mantienen la UE y su país desde hace un año para alcanzar un acuerdo de diálogo político y de cooperación. El mandatario hizo esas declaraciones luego de haber despedido ayer en el aeropuerto de La Habana al presidente francés, François Hollande, que visitó la isla. Dijo que la importancia de la visita de Hollande se puede medir en el hecho de que él mismo lo acompañó al aeropuerto. Cuando el presidente francés llegó, el lunes, sólo lo esperó un representante del gobierno cubano, el vicecanciller, Rogelio Sierra.

El presidente cubano dijo que en junio habrá una cuarta ronda de negociaciones con la UE, luego de las que ya tuvieron lugar en abril y agosto de 2014 y en marzo de 2015. En esta última instancia, que se celebró en Cuba y contó con la visita de la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, las dos partes se pusieron como meta lograr un acuerdo bilateral a finales de este año.

Acerca del diálogo con Estados Unidos, que aplica un embargo sobre Cuba, dijo que “va bien”. Por eso estimó que Washington y La Habana podrán nombrar embajadores después de que Estados Unidos retire a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo, algo que debe ocurrir, si no surgen escollos, el 29 de mayo. De todos modos, el vocero del Departamento de Estado estadounidense, Jeff Rathke, aclaró que el gobierno de su país no tiene plazos establecidos para nombrar embajadores. “No tenemos un plazo fijo para esto. Aún estamos en negociaciones [...] y no tenemos ningún anuncio para hacer”, dijo Rathke.

Una vez que se nombren los embajadores se restablecerán las relaciones diplomáticas; sin embargo, de acuerdo con el diario estatal Granma, Castro aclaró que eso no significa que se vayan a “normalizar” las relaciones, porque para que eso suceda “tiene que eliminarse el bloqueo y la base [militar estadounidense en la localidad cubana] de Guantánamo debe ser devuelta”.