Durante todo el día de hoy se extiende el paro de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP). Los trabajadores se concentrarán a las 9.30 en la puerta del Centro Hospitalario Pereira Rossell y marcharán a la sede de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), en el edificio Libertad. La mayoría de los reclamos tienen que ver con las condiciones laborales, y el gremio pone todas sus baterías en incidir en la elaboración del presupuesto quinquenal.

La FFSP pide que el salario de ingreso sea de diez Bases de Prestaciones y Contribuciones (BPC, $ 30.520), lo que implicaría duplicar el monto actual, dado que un auxiliar de enfermería cobra entre 15.000 y 16.000 pesos mensuales, declaró a la diaria Pablo Cabrera, presidente del sindicato. Otro de los puntos de la plataforma de la federación es “trabajo genuino”, que implica la presupuestación de todos los servicios tercerizados y “terminar con los contratos precarios”, entre ellos los de la Comisión de Apoyo y Patronato del Psicópata. Cabrera dijo que la FFSP entiende que “cada relación laboral permanente dentro de ASSE debe ser de carácter presupuestal” y que, si se desconoce el número total de personas que podrían ser presupuestadas, hay más de 2.000 trabajadores contratados por empresas tercerizadas.

Los trabajadores piden que ASSE concrete la simplificación salarial, pactada en un convenio firmado en 2012. Cabrera explicó que el sueldo base de un trabajador es de 2.000 o 3.000 pesos y el resto se completa con renglones de ajustes salariales, que llegan a abarcar “dos o tres hojas” del recibo de sueldo. “La simplificación implica generar un renglón de salario base más importante y que, al simplificar y tener cuatro o cinco renglones, los ajustes salariales se apliquen en su totalidad” y no sólo sobre el sueldo base.

Todos estos reclamos fueron presentados a ASSE recientemente, y el organismo los está analizando, informó Cabrera. Respecto de la representación de los trabajadores en el directorio de ASSE, Cabrera respondió que se está a la espera del congreso del PIT-CNT, que se realizará del 15 al 17 de junio.

Privados de libertad

En las últimas semanas ha habido conflictos por las fugas de pacientes judiciales en los hospitales Vilardebó y Maciel, donde un recluso que estaba recibiendo asistencia intentó fugarse y uno de los policías que lo custodiaban disparó su arma dentro del centro de salud. “No existen garantías de seguridad para los trabajadores”, sostuvo Cabrera, e indicó que la lesión que sufrió una trabajadora del Maciel cuando el recluso la tomó de rehén “no fue menor”. Si bien reconoció que el gobierno planea la construcción de un hospital penitenciario, expresó que éste ha sido un tema recurrente de varias administraciones; por eso, pidió “que los anuncios se plasmen en definiciones concretas” y que “se avance rápidamente en una obra”.

De acuerdo con información publicada en el portal del Ministerio del Interior (MI), el proyecto del hospital penitenciario, que se construirá en el complejo carcelario Santiago Vázquez (ex Comcar), fue diseñado en 2013 por el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) y ASSE, con el asesoramiento del Hospital Policial. Su edificación costará 14 millones de pesos; el subdirector del INR, Jaime Saavedra, expresó que estima que se comenzará a construir en el correr de este año y que “en un plazo razonable” estará funcionando. 100 personas privadas de libertad trabajarán en la edificación, se equipará mediante financiación obtenida en convenios internacionales, y, cuando esté listo, ASSE se hará cargo de los recursos humanos. El centro tendrá un “pequeño block quirúgico” y un lugar “para atender a las personas privadas de libertad, que hoy son atendidas en el Vilardebó”, declaró Saavedra.

Paralelamente, el INR y la FFSP trabajan en la elaboración de un protocolo de seguridad para el hospital Maciel. Martín Pereira, secretario general de la FFSP, dijo días atrás al portal del MI que si la experiencia es positiva, las partes seguirán trabajando para crear protocolos similares en otros centros asistenciales de ASSE, puesto que no se puede crear un protocolo general, porque cada lugar tiene sus particularidades.