Las elecciones regionales parciales que se realizaron el domingo en Italia mostraron una caída en el respaldo al Partido Democrático (PD). Esta organización política se encuentra fragmentada por algunas de las iniciativas del primer ministro Matteo Renzi, que lidera el partido con mano de hierro con quienes no comparten sus convicciones. Tampoco la opositora Forza Italia logró despegar como esperaba.

En mayo de 2014 el PD ganó con 41% de los votos las elecciones para el Parlamento Europeo, que se celebraron en todo el país, pero ayer su respaldo cayó a 24% en unos comicios que se convocaron en siete de las 20 regiones italianas. El PD gobernaba en cinco de estas regiones, mientras que las otras dos se repartían entre Forza Italia (FI), del ex primer ministro Silvio Berlusconi, y la ultraderechista Liga Norte, de Matteo Salvini.

Cada partido mantuvo, en números, sus dominios, pero el PD y FI trocaron Campania y Liguria. La victoria en Campania fue para el PD un empujón fuerte, que quedó opacado por la derrota en Liguria, donde las divisiones que atraviesa el PD se reflejaron en dos candidaturas de izquierda que permitieron la victoria de Giovanni Toti. Esta región, que la izquierda italiana gobierna desde 1994, no es el único bastión en el que el PD estuvo en problemas. En Umbria hubo que esperar hasta el final del recuento para confirmar la victoria de la izquierda.

A su vez, para el FI, la victoria de Toti fue una alegría. Fuera de Liguria, el partido de Berlusconi tuvo unas muy malas elecciones: logró sólo 11% de los votos (y no superó el 18% en ninguna región). Quedó por debajo no sólo del PD sino también del Movimiento 5 Estrellas (18,4%) y de su propia aliada, la Liga Norte, que obtuvo 12,5% y mantuvo su gobierno en la región de Véneto.

Mientras el PD y FI veían caer su representación no sólo en las regiones sino también en las 742 ciudades que tuvieron elecciones locales, Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo aumentaron su votación. Grillo celebró que su partido haya superado el 25% de los votos en tres regiones y que haya sido ratificado como la segunda fuerza del país, destronando a las distintas agrupaciones de Berlusconi. Salvini, por su parte, aseguraba que a Renzi “se le prendió la luz de alarma”, que la Liga Norte es “la verdadera alternativa de gobierno” y que “pronto” habrá elecciones.

Por la participación que hubo en estas elecciones, los italianos no parecen estar muy seducidos por sus opciones políticas. Sólo 52% de los habilitados para votar lo hicieron, 11% menos que en 2010, cuando se realizaron estas mismas elecciones, y 20% menos que en las anteriores, las de 2005.