Las gremiales rurales cuestionan las medidas fiscales del Ejecutivo. “La tierra es un medio de producción, y el Impuesto [de Primaria] es ciego a la tierra porque los productores lo van a tener que pagar independientemente de los resultados de su producción”, dijo el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Ricardo Reilly, a la diaria. Advirtió que es un “mal impuesto” teniendo en cuenta que “los períodos de estancamiento del sector estuvieron ligados a la acumulación de impuestos ciegos a la tierra”.

“No es un capricho, es una cuestión lógica”, coincidió el vicepresidente de la Federación Rural del Uruguay (FRU), Miguel Sanguinetti. “Lo que pedimos son impuestos a las ganancias: cuando se gana mucho se paga mucho y cuando se pierde no se paga”, afirmó, observando que la intención de la reforma “se viene dejando de lado”.

El presidente de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), Mario Buzzalino, se detuvo en la exoneración del impuesto a grandes empresas, algo que, según afirmó, es “una contradicción filosófica de la izquierda”. Las gremiales coincidieron, además, en que el aumento de los combustibles y la suspensión de la exoneración del IVA a las carnes de animales de granja “llegan en un mal momento”, dada la emergencia agropecuaria. “El sector productivo es el que está pagando la moneda más cara, y a quienes más les duele es a los de abajo, porque los grandes tienen otras alternativas”, sostuvo Buzzalino, y agregó que “debe haber otras alternativas a este ajuste fiscal disimulado”.