Funcionarios de la Intendencia de Montevideo (IM), del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), de la Universidad de la República (Udelar) y un representante de la Unión de Clasificadores de Residuos Urbanos Sólidos (UCRUS), intercambiaron apreciaciones sobre las políticas de gestión de residuos, en un debate organizado por docentes del Servicio Central de Extensión de la Udelar. Gerardo Sarachu, docente de Extensión, señaló la existencia de “atomización y fragmentación” de las políticas orientadas al sector y puso como ejemplo el caso de la IM, sobre el que minutos antes había hablado Gerardo Monteverde, funcionario técnico del departamento de Desarrollo Social de la comuna.
Monteverde explicó que desde la administración de Ana Olivera la IM cambió el enfoque de las políticas dirigidas a los clasificadores, que hasta la administración de Ricardo Ehrlich eran competencia exclusiva de la División Limpieza. Sin embargo, dijo que la inclusión de Desarrollo Social en el diseño de políticas no funcionó del todo bien, porque existieron “tensiones” que llevaron, por ejemplo, a que desde Limpieza se “deslindaran” del tema “como si los clasificadores fueran cosas”. Sarachu señaló que en la gestión de residuos existe una “ilusión de la formalización” porque aun en los sectores formales de la cadena persisten las actitudes informales. Para el docente, también hubo una “mercantilización de los residuos” porque se empezó a construir un mercado en el que participan empresarios, y al respecto reclamó que los residuos deben ser considerados “un bien o un mal común”.
Monteverde señaló la necesidad de buscar formas de que las plantas de clasificación en el marco de la Ley de Envases puedan generar valor agregado de las materias primas. Entre los aciertos destacó el establecimiento de criterios comunes con el Mides para la selección de las personas que trabajan en las plantas. Esteban Charbonier, del Programa Uruguay Clasifica, del Mides, contó el proceso hasta llegar al esquema actual de plantas de clasificación en el que participan 128 clasificadores. El sistema es financiado por un fideicomiso de la Cámara de Industrias del Uruguay.
Desde UCRUS, Tabaré Pírez habló de la necesidad de los clasificadores de encontrar “respuestas rápidas” y de la ausencia de una política de Estado a mediano y largo plazo. Al respecto, reclamó participación en ámbitos de diseño de políticas y el reconocimiento de la labor, al tiempo que entendió que el trabajo debe hacerse “en condiciones dignas”. Además, desde el público varios clasificadores cuestionaron el nombramiento de Fernando Nopitsch como secretario general de la IM, porque entienden que fue el responsable de la implementación del sistema de contenedores en la ciudad, al que definieron como “la primera derrota” que obtuvieron los clasificadores.