Buen debut para el número 10. El talento está intacto. Se cumplió el sueño familiar y personal de Diego Forlán, que pisó el gramado del estadio Centenario con la camiseta del Club Atlético Peñarol. Había que remontarse a junio de 2014 para ver acciones de juego del ex delantero de la selección uruguaya, de cerca o lo más cerca posible. Aquella vez fue en su ingreso en los octavos de final del Mundial de Brasil 2014, contra Colombia en Maracaná. Después le perdimos un poco el rastro, no por no querer estar al tanto de su carrera, sino más bien porque se vuelve difícil seguir el fútbol japonés. La cuestión es que volvió a Uruguay, se puso la camiseta número 10 -la misma que lució su actual entrenador, Pablo Bengoechea- y cumplió su promesa.

El festivo debut en el Centenario lo tuvo como protagonista el domingo. La gente lo fue a ver a él, y el rubio se despachó con dos anotaciones. La primera fue un golazo, típico de Forlán. Tomó la pelota contra el sector de la platea Olímpica, enganchó hacia adentro con la pierna zurda, ante la marca de Maxi Olivera, y sacó un zapatazo que se coló en el ángulo inferior derecho de Leonardo Burián. Golazo, corrida soñada hasta el borde de la cancha y beso al escudo.

Primera

Por raro que parezca, la de ayer fue la presentación inicial de Diego Forlán en un partido entre clubes de Primera División de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Es que Diego nunca había jugado en Primera en Uruguay, más allá de que, claro está, había pasado por un par de instituciones en las divisionales juveniles. De Peñarol, donde su padre fue titular por varios años, pasó a Danubio. De las juveniles de la franja marchó a Independiente de Avellaneda, sin haber pasado por la categoría principal. En Argentina jugó en Primera y explotó de tal forma que llegó a las selecciones juveniles celestes. Después inició su periplo intercontinental, que lo llevó a jugar en Inglaterra, España, Italia, Brasil y Japón.

¿Cuántas veces habrá pensado en ese momento? Cuando llegó desde Carrasco a las formativas de Peñarol, se tuvo que ir del club donde su padre había ganado todo, para hacer patria en Argentina, pasar por Inglaterra, España, Italia, Brasil y Japón, ser ídolo de la selección y estirar la vuelta hasta que el día llegó. Fueron 60 minutos en los que se lo pudo ver muy participativo, notable físicamente y con la facilidad para lograr buenos circuitos de juego. Claro, estaba bien rodeado: Federico Valverde, Luis Aguiar, Marcelo Zalayeta, todos de buen pie. Antes del golazo de Forlán, el Canario Aguiar había abierto el marcador, también con un golazo: el nacido en José Enrique Rodó metió un derechazo terrible para batir a Leonardo Burián, que había chocado con Zaladiós cuando salió a cortar el centro de Forlán.

Dulce devoción

La primera etapa se fue 2-0 a favor de los carboneros. El Pájaro Valverde es una de las nuevas cartas que muestra Bengoechea para esta temporada. El chiquilín tiene 17 años, un presente divino y un futuro prometedor. El capitán de la selección uruguaya sub 17 es opción de pase constante, y los mete en profundidad a lo Román Riquelme. A él se le suma Nahitan Nández, otro jovencito del club.

Se viene un Torneo Apertura con equipos interesantísimos. La explosión de Diego Ifrán en el ataque es un arma importante para Peñarol. Su velocidad generó el tercer gol: pelota larga para que corriera y recibiera la falta de Federico Cristóforo, que había reemplazado a Burián. No fue penal, pero el árbitro Esteban Ostojich dijo que sí.

Para redondear la tarde, lo pateó Forlán, esta vez de derecha, al palo izquierdo del golero bohemio. Ahí salió y recibió la ovación de los hinchas, que también se habían acordado de Antonio Pacheco. El 8 no se olvida. Y remarquemos el concepto de hincha: no son los que determinaron que el clásico del 14 de junio no pudiera concluir.

El 3-0 parecía liquidar la tarde, pero fue en el segundo tiempo cuando mejor jugó Wanderers, que tiene un equipazo, tanto dentro de la cancha como en el banco de suplentes. El bohemio viene de una temporada soñada, con Copa Libertadores incluida, y ahora deberá afrontar el año futbolero con alguna complicación en el descenso. Adrián Colombino descontó 1-3 y dejó a Peñarol en los 20 minutos finales contra su área. Atacó y atacó el bohemio, que podría haber puesto el 2-3. Se viene el comienzo de año. Forlán está en su casa. Bienvenido.

Detalles

Cancha: Estadio Centenario.

Árbitros: Esteban Ostojich, Horacio Ferreiro y Carlos Barreiro.

Peñarol (3): Gastón Guruceaga; Mathías Vasquito Aguirregaray, Carlos Hormiga Valdez, Gonzalo Viera y Diogo Silvestre (64’ Gianni Rodríguez); Luis Aguiar, Nahitan Nández (74’ Marcel Novick) y Federico Pajarito Valverde (64 Sebastián Píriz); Diego Forlán (60’ Hernán Novick); Marcelo Zalayeta (74’ Christian Yesquero Palacios) y Diego Ifrán. Director técnico: Pablo Bengoechea. Suplentes: Damián Frascarelli, Fabrizio Buschiazzo y Gabriel Leyes.

Wanderers (1): Leonardo Cachorro Burián (46’ Federico Cristóforo); Alex Silva, Gastón Bueno, Emiliano Díaz y Maxi Olivera; Leandro Paiva (46’ Rodrigo Rivero), Adrián Colombino, Diego Scotti y Javier Cangrejo Cabrera; Matías Mago Santos (46’ Danilo Peinado; 75’ Leandro Reymúndez); Gastón Rodríguez. Director técnico: Gastón Machado. Suplentes: Federico Andueza, Martín Rivas, Santiago Martínez y Federico Barrandeguy.

Goles: 10’ Luis Aguiar (P), 29’ y 60’ (de penal) Diego Forlán (P), 68’ Adrián Colombino (W).