El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep) realizó ayer un paro de 24 horas y se sumó a las movilizaciones de los trabajadores y estudiantes de la enseñanza pública en rechazo de la resolución de esencialidad del gobierno. Sin embargo, este sindicato también tiene sus propias reivindicaciones, que dejan en evidencia que el sistema de enseñanza privada no es mejor que el público, por lo menos en lo que respecta a los salarios y el respeto por los derechos de los trabajadores. El primer convenio colectivo del sector quedó sin vigencia el 30 de junio, otro vence el 30 de agosto y el Consejo de Salarios no ha sido convocado aún.

El Sintep -que en 2005 tenía apenas 800 afiliados, concentrados básicamente en Montevideo, y actualmente tiene más de 4.000 a nivel nacional- pretende que los salarios de la enseñanza privada se equiparen a los de la pública. “Los laudos de la enseñanza privada son mucho más bajos, lo que no quiere decir que todos los docentes caen en el laudo. Pero en muchos colegios relativamente chicos pagan el laudo o un poquito por encima”, explicó Liliana Gilardoni, secretaria general del Sintep. Este laudo implica que un docente gane 12.000 pesos nominales por 20 horas semanales. Otra de las demandas que el Sintep quiere introducir en el nuevo convenio colectivo es la definición de categorías y la interrelación salarial entre éstas. Gilardoni dijo que “con colegios más grandes no logramos que se respete la premisa de ‘igual tarea, igual remuneración’”, y lo que hacen es tomar docentes nuevos, a los que les pagan menos que a los más viejos por la misma cantidad de horas. El Sintep también reivindica que se les aplique a las instituciones una multa de 10% por la mora ante el atraso en los pagos de los créditos laborales.

Con respecto a la estabilidad laboral, Giraldoni explicó que tienen los mismos problemas que cualquier trabajador privado. “Hay despidos, básicamente en diciembre y en febrero, y hay muchos contratos a término que se renuevan uno tras otro, y son ilegales, así como incumplimientos en el pago de la antigüedad. Además, casi no tenemos licencia sindical, lo que dificulta la organización”, agregó. Giraldoni dijo que algunas instituciones se niegan a realizar los descuentos por planilla de la cuota sindical, lo cual está establecido por ley, y no se pagan horas extras por actividades extras a las establecidas en los contratos, como kermeses, paseos y coordinaciones.

Pero el Sintep, además de afiliar a docentes y no docentes de la educación privada formal, también es el sindicato de los trabajadores de los Centros de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF), los Clubes de Niños, los Centros Juveniles y el programa Nuestros Niños, todos proyectos financiados por el Estado, pero ejecutados por convenio con organizaciones no gubernamentales.

En los consejos de salarios, el Sintep negocia con la Asociación Uruguaya de Educación Católica y la Asociación de Institutos de Educación Privada, y, en el caso del subgrupo de educación no formal, con la Asociación Nacional de Organizaciones No Gubernamentales.

El nuevo Secretariado Ejecutivo del Sintep asumió el 5 de junio por el período 2015-2017. La nómina surgió de una elección en la que triunfó la lista 1985 (de militantes y votantes frenteamplistas), con 1.113 votos, y que obtuvo cuatro cargos, mientras que la lista 1886 (de militantes de izquierda no frenteamplista) obtuvo 819 votos y se quedó con tres cargos.