Luego de la exposición del directorio de ANCAP y sus asesores a la Comisión Investigadora parlamentaria que analiza la gestión del ente entre 2000 y 2015, los senadores comenzaron con sus preguntas. El primero en formularlas, el colorado Pedro Bordaberry, preguntó sobre la estrategia que seguía el directorio presidido por Eduardo Ache (ex senador por su partido) durante el mandato de Julio María Sanguinetti (1995-2000). “En su momento se entendió que, en términos comerciales, el desarrollo de ANCAP estaba vinculado a la refinación y a la venta de productos en la región, principalmente vendiendo excedentes de gasolina a la República Argentina”, comenzó diciendo el actual presidente del ente, José Coya, sobre cómo ANCAP entró en el mercado argentino. “Una de las condiciones que se marcó para expandir el mercado de ANCAP fue la posibilidad de que la refinería, en lugar de refinar 50.000 barriles -como es su capacidad nominal de hoy-, llegara a los 200.000. El resto de la historia es conocido por todos”, complementó sobre una estrategia que consideró en términos teóricos “adecuada”, “aunque luego, en términos prácticos, resultó bastante negativa para ANCAP”.

Coya se expresó sobre una “falta de estrategia” entre 2001 y 2005, porque, “si se observan la falta de inversión y el interés del ente por los distintos negocios que tenía, uno nota que, obviamente, la estrategia era de cierre”. El principal ejemplo es el de las plantas de cemento, en las que “no se invirtió casi nada”. A su vez, en las plantas de combustible en general, Coya calculó el promedio de inversión entre diez y 15 millones de dólares por año. “La estrategia no existía, o sí existía, al desinvertir o no prestar atención a los negocios en los que ANCAP estaba presente, evidentemente la estrategia era de cierre”, insistió.

A partir de ese momento, y de acuerdo con sus planes, la estrategia de ANCAP determinó una serie de elementos para desarrollar en todos los negocios, especialmente en aquellos que estaban próximos a cerrar, según contó a los senadores investigadores, a quienes reconoció no haberlo hecho “en el tiempo y en la forma que hubiéramos querido”. Volviendo al ejemplo de las inversiones en el cemento, sostuvo que “no fueron las adecuadas” en su momento, como para que hoy se pudiera tener un negocio mucho más activo que el actual, sobre todo teniendo en cuenta la oportunidad que ofrece la región de vender cemento Clinker, entre otras.

Las inversiones en cemento comenzaron a desarrollarse en 2007. A partir de entonces han sufrido varios atrasos, “producto de muchos factores, entre otros, de nuestra propia gestión”, reconoció el presidente de ANCAP, quien sostuvo que, “de alguna manera, eso ha conspirado para que hoy, en esa área de negocios, no tengamos inversiones que hubieran sido muy importantes desde el punto de vista estratégico”. “En la actualidad, algunas cosas están en marcha y otras no se han terminado. Lo cierto es que, por el retraso en la realización de esas inversiones, hoy no tenemos los resultados que queremos”, agregó.

La comisión recibirá hoy al ex senador Enrique Rubio (Frente Amplio), para analizar los negocios de ANCAP en Argentina entre 2002 y 2003.