La titular del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), María Julia Muñoz, y el subsecretario de esa cartera, Fernando Filgueira, encabezaron el equipo de autoridades del MEC que el viernes asistió a la Mesa Política del Frente Amplio (FA) para informar sobre los planes del Poder Ejecutivo en materia educativa. Muñoz defendió el proyecto presupuestal del gobierno que ahora se discute en el Parlamento, destacó las inversiones en infraestructura y dijo que 39% del incremento presupuestal destinado a la educación pública aumentará 7% porque hay recursos del Sistema Nacional Integrado de Cuidados destinados a atender niños de hasta 12 años. Fuentes del FA indicaron que este “incremento indirecto” es visto como “positivo” por todos los sectores de la fuerza política.

Pero fue inevitable que las críticas realizadas al proyecto del Poder Ejecutivo y las modificaciones propuestas por el Instituto Cuesta Duarte (ICD) del PIT-CNT, en la persona del ex ministro Daniel Olesker, se colaran en el debate. Olesker planteó la semana pasada que con este diseño presupuestal no se alcanzará la meta de llegar a 6% del Producto Interno Bruto para la educación pública al final del quinquenio, e hizo una propuesta tributaria para concretar ese objetivo. El economista propuso modificar las franjas de Impuesto a las Retribuciones de las Personas Físicas (IRPF) en salarios mayores a 91.500 pesos, elevar la tasa del Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE), disminuir hasta eliminar la devolución del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) y echar mano a las reservas. Muñoz, aportaron las fuentes, planteó que no compartía la iniciativa y acusó de deslealtad a Olesker, que durante el segundo gobierno del FA fue ministro de Salud Pública y después de Desarrollo Social.

En declaraciones a VTV, Muñoz dijo que “se están haciendo elucubraciones por parte de algunos compañeros que estuvieron en el Ejecutivo y al no estar ahora, da la sensación de que se sienten incómodos por eso”. Luego volvió a golpear a Olesker, cuando dijo que “el país no puede perder el grado inversor ni echar mano a las reservas”. “Eso no lo dijeron cuando estaban en el Poder Ejecutivo”, remató.

Giros y enojos

Sobre la propuesta del ICD, también salió a hablar con dureza el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García. El contador se mostró “sorprendido” por el “giro que ha tenido en los últimos tiempos” el ICD y por “los razonamientos que se han planteado en las últimas horas sobre el presupuesto”. “Es un razonamiento equivocado. No se puede establecer un presupuesto poniendo todas las hipótesis de máxima y ahora, y a partir de ahí, hacer el razonamiento de que hay que salir a buscar ingresos”, manifestó García, según la Secretaría de Comunicación de Presidencia. “Eso no existe en la vida real, no existe en economía. Cualquier acción que se toma en economía afecta a otras acciones, por lo tanto el tema de salir a buscar ingresos no es sencillo”, añadió. “No nos parece que sea responsable hacer planteos de este tipo”, concluyó el director de la OPP.

“No sabemos por qué se enojó tanto Álvaro García, porque en definitiva coincidimos con los temas generales y tenemos un interrogante: o conseguimos recursos o tenemos que decir ‘estos temas los vamos a postergar porque no tenemos los recursos’. Ése es el debate”, contestó al otro día el director del ICD, Milton Castellano.

El Frente Liber Seregni (FLS) también salió a defender la iniciativa del gobierno, planteando que expresa “una respuesta integral a la nueva situación nacional, regional e internacional”. El mismo viernes, en una declaración pública, el FLS reafirmó su apoyo a “la concepción integral” del proyecto de Presupuesto del Ejecutivo que prioriza “la educación, el Sistema Nacional de Cuidados, las obras de infraestructura, la seguridad y más en general la promoción de la producción, el empleo, las inversiones”. Defendiendo los resultados “tan positivos” de la reforma tributaria implementada en 2007, el FLS se opone “de manera terminante a cualquier aumento de impuestos que no implique una mirada del sistema en su conjunto y no contemple el impacto en el empleo y el bienestar de los uruguayos”. “Los ajustes impositivos parciales, los parches fiscales serían un retroceso a tiempos superados en materia de desórdenes en la política fiscal. El desorden fiscal es la seguridad de injusticias que afectarán a los sectores populares y medios de la sociedad”, explican. Finalmente, el FLS manifiesta que se mantendrá firme en esa posición y que no sumará los votos de sus parlamentarios “a cambios tributarios” que “no tengan en cuenta los efectos que puedan generar en el Sistema Tributario ni en la economía en su conjunto”.

La declaración del FLS parece también responder a un documento del que informó el viernes el semanario Brecha, que fue elaborado por el Movimiento de Participación Popular, la lista 711 y el Partido Comunista. En él se propone usar parte de las reservas, revisar las exoneraciones tributarias a las grandes inversiones y redistribuir la carga impositiva sin crear nuevos impuestos, iniciativas que se alinean, en parte, con las propuestas del ICD.