La última vez que el país se encontró con una inflación cercana a 10% fue a comienzos de 2014. Entre enero y marzo de ese año se acumuló un aumento de 4,74%, que al fin del trimestre llevaba la variación interanual hasta 9,73%. Rápidamente el gobierno convocó a trabajadores y empresarios, y acordó congelar los precios.

En agosto de este año, el aumento de precios fue de 1,18%. Con esta cifra, la inflación en el año asciende a 8,17%, demasiado cerca del 8,4% que el gobierno espera para fin de año, según lo que expresó en las previsiones del presupuesto quinquenal. En los últimos 12 meses la variación de precios acumula un alza de 9,48%. Es un escenario difícil para el Ministerio de Economía y Finanzas, que ya utilizó el comodín del acuerdo de precios a fines de julio.

La inflación de agosto es impulsada por el aumento de los precios en casi todos los rubros, aunque se destacan el de alimentos y bebidas no alcohólicas (1,57%), y el del transporte (2,24%), en el que incidió fuertemente el aumento de la nafta (2,89%) y del gasoil (2,97%), por el ajuste de tarifas vigente a partir del 22 de julio.

También aumentaron, aunque en menor medida, los precios de la educación (2,46%), restaurantes y hoteles (1,22%). Sólo bajaron, al igual que el mes anterior, los precios de las prendas de vestir y calzado (0,16%).