Los episodios de violencia que se generaron inmediatamente después del desalojo del edificio donde funciona el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública estuvieron en el centro del debate público ayer. La teoría del gobierno apunta contra las organizaciones que apoyaron la medida de lucha desde la puerta del edificio, principalmente el Sindicato Único de Automóviles con Taxímetro y Telefonistas (SUATT) y Plenaria Memoria y Justicia. Por ejemplo, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) emitió un comunicado en el que afirma que la ocupación la sostenían estas organizaciones, la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria (ADES) y “algunos estudiantes”, cuando en realidad la medida fue tomada por la Coordinadora de Estudiantes de Enseñanza Media (CEEM) y por los gremios estudiantiles de los liceos Miranda y Bauzá, y era acompañada por organizaciones y gremios de la educación.

En el comunicado, el MEC señala que las autoridades del Codicen y dos grupos de parlamentarios mantuvieron un “diálogo fluido” con los estudiantes y también que desde la cartera se “insta a que la vía para las mejoras sea el trabajo colectivo”. El MEC considera “altamente positivo” que los estudiantes “hagan oír su voz”, y afirma que la cartera “propende al diálogo acerca de cómo y en qué invertir y la priorización de objetivos e instrumentos para mejorar la inclusión y la calidad educativa”. En ese sentido, declara que quiere contar con un plan de trabajo que incluya las ideas de los estudiantes como un insumo de relieve para el próximo Congreso de Educación, pero a la vez se pregunta “cómo es posible que quienes dicen defender la educación pública adopten medidas que la entorpezcan” y “cómo es posible ocasionar destrozos en oficinas públicas y educativas, cuando se reclama más presupuesto para la educación”. Por último, señala que no tuvo nada que ver con el desalojo, afirma que los estudiantes se retiraron de forma pacífica y que “los agresores fueron otros”.

Dicha versión coincide con la del Ministerio del Interior (MI), que en un comunicado emitido en la misma noche en que ocurrieron los disturbios señaló que el desalojo fue en cumplimiento de una resolución del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), a partir del pedido de los demás organismos públicos que funcionan en el edificio de Libertador y Colonia, porque “vieron impedido su normal funcionamiento”. El comunicado señala que después de “intensas negociaciones” que “no arrojaron resultados” y “ante la negativa a desocupar el local por parte de los estudiantes”, las fuerzas policiales “irrumpieron” en el edificio con un Grupo de la Reserva Táctica, que ingresó “por una tercera puerta de acceso ubicada en los estacionamientos”.

El MI informó que “el ingreso se produjo sin encontrar resistencia alguna por parte de los ocupantes”, que “se dispersaron rápidamente y sin mayores inconvenientes, abandonando el edificio, en una especie de auto evacuación”. Sobre los disturbios del exterior, aclara que efectivos de la Guardia Republicana que realizaban “tareas de contención” fueron “atacados” con “piedras, fierros y todo tipo de objeto contundente” por “manifestantes miembros del sindicato del SUATT y Plenaria, Memoria y Justicia”, que “intentaron ingresar al recinto”.

Sal afuera y lo verás

Tras una reunión extraordinaria, el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT expresó ayer “su más enérgico rechazo al desalojo y al procedimiento policial” del martes, que configuró “la represión de público conocimiento”, y tomó distancia “de algunas metodologías de decidir desde pequeños grupos que, desde fuera de las organizaciones populares de masas, actúan bajo la premisa del ‘cuanto peor mejor’, y que, escudándose en los estudiantes, construyen diversos escenarios de provocación”, en referencia a Plenaria Memoria y Justicia y el sindicato del taxi (SUATT). En el comunicado, la central considera necesario “un gran movimiento nacional por la educación del pueblo que comprenda a las grandes mayorías nacionales”. “En ese marco el movimiento sindical le da una vital importancia a la unidad obrero estudiantil”, finaliza.

Por su parte, en declaraciones a Canal 10, el secretario de Derechos Humanos de Presidencia, Javier Miranda, se mostró preocupado por el crecimiento de la violencia: “cualquier violencia es mala, la privada, y también el ejercicio de la fuerza violenta pública, que es el último recurso”. Pero además señaló que “es preocupante que se suban al carro de la violencia movimientos con profunda ideología fascista que no contribuyen a la convivencia social”, en referencia a Plenaria Memoria y Justicia.

El titular de la cartera, Eduardo Bonomi, dijo ayer a En perspectiva, de Radio Oriental, que el lunes de mañana la Policía llegó al lugar para “dialogar” e ingresaron únicamente quienes estaban vestidos de civil. Bonomi narró que quienes estaban adentro estaban encapuchados, con “pañuelos talibanes” y sin zapatos, y comunicaron que para dar una respuesta tenían que esperar a la resolución de una asamblea con varios puntos a resolver, cada uno con una duración de “unas ocho horas” de tratamiento, lo que el jerarca consideró “una tomada de pelo”. Según Bonomi, la jueza Mercedes Reyes de Sasturain comunicó al MI que no tenía elementos jurídicos para actuar porque no se estaba cometiendo un delito, y en el correr de la mañana informó a los policías que para actuar había que recurrir a “procedimientos administrativos”, en referencia a un decreto de 2010 que dispone la desocupación de las oficinas públicas, previo intento de diálogo por parte del MTSS.

Según el ministro, el martes se optó por ese decreto porque los responsables de las oficinas del predio que no son del Codicen se lo pidieron al MTSS, que concurrió al edificio con dos abogados y la secretaria del ministro. Según Bonomi, quienes estaban adentro no aceptaron el acta que las autoridades proponían firmar y se la tiraron en sus caras. Después de ese episodio fue que el MTSS “le dio pie” al MI.

El ministro entendió que no hubo brutalidad y que “la agresión es a la Policía”, que respondió “tratando de correrlos del lugar”, pero advirtió que cuando los manifestantes los enfrentan, “no van a dejarse pegar”.

Desde adentro

Ayer, en una concentración en la puerta del edificio del Codicen, a la que, pese a la lluvia y el viento, acudieron miles de personas, los estudiantes que ocuparon leyeron una proclama en la que plantearon su “intenso repudio, asco y desprecio hacia el accionar de las autoridades responsables del envío de las fuerzas de choque”, que tuvieron acciones “innecesarias, desmedidas y sumamente violentas”. Además, desmintieron a Bonomi acerca de que no hubo violencia dentro del edificio y sobre que se agredió solamente a quienes se enfrentaban a la Policía. Los estudiantes dicen haber sido agredidos “tanto afuera como dentro del edificio”, en el momento en que estaban preparando los pisos donde no funciona el Codicen para desocuparlos. “En el momento en que ingresa la Guardia Republicana todos los que estaban adentro eran exclusivamente estudiantes de secundaria, y todos los que ingresaron después lo hicieron meramente con el objetivo de ayudar a los gurises a salir del lugar”, afirman.

la diaria accedió a un audio elaborado por uno de los ocupantes que narra que cuando acudieron representantes del MTSS, los estudiantes pidieron al negociante que esperara unos minutos hasta que llegara el abogado de los gremios, Pablo Ghirardo. El estudiante señala que los funcionarios se negaron y no quisieron tomar el acta cuando les fue devuelta. Acerca de lo ocurrido dentro del edificio, en el audio se relata que cerca de 60 estudiantes estaban en el piso 3 del edificio, perteneciente al Codicen, cuando escucharon los pasos de la Policía en las escaleras, que les decían que llamaran a sus familias porque no las volverían a ver. Según el relato del estudiante, pudieron salir del edificio por otra de las puertas laterales gracias a que un grupo de manifestantes comenzó los disturbios abajo y eso atrajo la atención de las fuerzas policiales.

En diálogo con la diaria, Ghirardo ratificó esa versión y sostuvo que hubo empujones y “algún palo” hacia un cordón humano que impidió el acceso de los policías al lugar donde se ubicaban los estudiantes. Además, señaló que el decreto que quiso aplicar el gobierno legalmente no se aplica, debido a que el texto habla de trabajadores y ellos son estudiantes. El abogado no descartó que en las próximas horas se presente alguna denuncia contra la Policía. Ghirardo, que fue agredido por la Policía, narró que el otro cordón de manifestantes se generó en la puerta de entrada por Avenida del Libertador, donde se generaron los disturbios. El abogado dijo que 90% de las imágenes de roturas difundidas por el MI en realidad fueron generadas por la propia Policía, que rompió varias puertas dentro del edificio.

Según pudo saber la diaria, el herido de más gravedad es un docente internado con fractura de cráneo en el Casmu. Ghirardo dijo que también hubo dos estudiantes lesionados y señaló que no transcurrieron más de cinco minutos entre el ingreso de la Policía y el anuncio de que el gobierno no aceptaba establecer una instancia de negociación para ayer, que realizó el integrante de la Institución Nacional de Derechos Humanos, Juan Faroppa, que estaba presente. En diálogo con la diaria, Faroppa señaló que “en general”, desde afuera no observó un “uso de la fuerza en forma masiva, desproporcionada ni ilegal” de parte de la Policía. De todas formas, aclaró que eso no quiere decir que no pueda haber existido algún episodio puntual de exceso policial. En relación a lo ocurrido dentro del edificio, y aunque no pudo ingresar, según la información que maneja, el desalojo de los estudiantes se hizo por una puerta lateral, “sin violencia de los estudiantes ni de la Policía”. De todas formas, la INDDHH seguirá investigando el caso, que también sigue su curso en la Justicia.

En la proclama leída ayer, los estudiantes de secundaria repudian el accionar “de los oportunistas que aprovecharon la situación” para llevar a cabo una lucha que responde a intereses políticos que les son ajenos.

Ayer, ADES Montevideo analizó lo ocurrido y su dirigente Julio Moreira dijo que la mayoría de los dirigentes de Plenaria Memoria y Justicia y del SUATT se estaban retirando del lugar porque suponían que se estaba llegando a un acuerdo, pero regresaron cuando se enteraron de los incidentes. ADES Montevideo resolvió un paro de 48 horas, hasta el viernes, cuando tenga una asamblea general. Los maestros de Canelones paran 24 horas hoy. Los funcionarios de las UTU de Montevideo y Canelones también resolvieron que no darán clase hoy. Ayer el SUATT emitió un comunicado en el que repudia los hechos del martes y pide la renuncia de las autoridades del MEC, el MI y el MTSS.