El Sindicato de Peones de Estancias (Sipes) recibió por adjudicación directa del Instituto Nacional de Colonización (INC) la fracción 2 de la Colonia Emiliano Zapata, en Yaguarí, en la zona de Picada de Cuello, a la altura del kilómetro 310 de la ruta 26, en el departamento de Tacuarembó. Un grupo de siete familias de asalariados aspirantes a colonos que se organizaron en torno al sindicato se postuló para recibir la tierra con un proyecto de explotación ganadera de ovinos y vacunos. “La ley contempla que para un sindicato o una organización social como las sociedades de fomento rural, el INC puede adjudicar la tierra en forma directa”, explicó a la diaria César Rodríguez, integrante de la Dirección del Sipes. El dirigente dijo que el proyecto “apunta a dar cobertura a aquellas familias de trabajadores que se encuentren en precariedad laboral por despidos arbitrarios o por otros motivos”. De hecho, el encargado del campo será Daniel Silvera, trabajador rural que fue despedido de la estancia en la que trabajaba tras haberse afiliado al sindicato y haber sido protagonista de uno de los spots de campaña del Frente Amplio, denominado “Uruguay cambió en mí”. El Sipes consideró la medida adoptada por el empresario Diego Ortiz como un despido antisindical y recurrió a la Justicia, pero no consiguió que Silvera fuera reintegrado. Uno de los problemas que tienen los integrantes del Sipes a la hora de recurrir a un juicio por la ley de fuero sindical es la dificultad para conseguir testigos, ya que en el campo se trabaja muchas veces en solitario, o porque los que podrían atestiguar no lo quieren hacer por miedo a perder el empleo. Rodríguez agregó que además pretenden que el predio sea “un centro de capacitación en habilidades y oficios” y que “a mediano plazo se transforme en la sede de la organización sindical”. “Pero eso después de que esté consolidado el proyecto productivo”, aclaró. El mes que viene realizarán una actividad en el lugar, para presentar el proyecto. “La forma asociativa de explotación genera un complemento económico para el asalariado rural, que mantiene su fuente laboral e incursiona en una nueva forma de producción basada en la distribución de la riqueza”, dice el Sipes.