En la madrugada de ayer fue detenido, durante la fiesta de casamiento de su hijo, el ex presidente de El Salvador Elías Antonio Saca (2004-2009), acusado de distintos delitos de corrupción. Junto a Saca fueron detenidos el ex presidente de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados César Funes, y el ex portavoz de presidencia Julio Rank, entre otras personas vinculadas con su administración. Además, se entregó el ex secretario privado de Saca Elmer Charlaix.

Saca, que pertenece a la opositora Alianza Republicana Nacionalista, está acusado de peculado, agrupación ilícita y lavado de dinero. Según el presidente de la Comisión de Ética de la Corte Suprema de Justicia, Sidney Blanco, Saca utilizó los planes de seguridad de su gobierno para malversar unos 20 millones de dólares. El método era emitir cheques a terceros y los fondos terminaban en una cuenta vinculada a Charlaix desde la cual retornaban a Saca. Los cheques estuvieron dirigidos, entre otros, a Charlaix, Rank y Funes. El juez Rodolfo González, vinculado con las investigaciones que se llevan adelante sobre el gobierno de Saca, dijo que “llama la atención que los cheques sean librados a personas que, en principio, no tienen nada que ver con el combate a la criminalidad”.

A mediados de octubre la Corte Suprema de Justicia salvadoreña ordenó la apertura de un juicio civil contra Charlaix por presunto enriquecimiento ilícito en casi 19 millones de dólares, debido a los cheques que estaban dirigidos a él. Además, Saca enfrenta otro juicio civil por no poder justificar un incremento de cuatro millones de dólares de su patrimonio entre el comienzo y el fin de su mandato.