La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó ayer una resolución que pide el fin del embargo de Estados Unidos a Cuba y que esta vez no contó con el voto negativo de los estadounidenses. “Estados Unidos siempre ha votado en contra de esta resolución. Hoy, se va a abstener”, anunció, minutos antes del voto, la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power. Por primera vez en 24 años, la votación para ponerle fin al bloqueo a Cuba no encontró la oposición de ningún país: junto a Estados Unidos se abstuvo Israel, y votaron a favor los otros 191 representantes.

Lo que pasó ayer era predecible, si se tienen en cuenta los avances que lograron Estados Unidos y Cuba desde que iniciaron el proceso de normalización de las relaciones bilaterales, en diciembre de 2014. El año pasado la abstención ya había sido considerada, aunque finalmente el gobierno de Barack Obama terminó votando en contra. El mandatario siempre dejó clara su voluntad de levantar la medida, a pesar de la firme resistencia que encuentra en el Congreso, de mayoría republicana. Pero a Obama le quedan menos de tres meses en la Casa Blanca y quiere concretar más avances en esta materia. La abstención de ayer llegó dos semanas después de que el presidente de Estados Unidos planteara una directiva para sellar su política de apertura hacia Cuba y hacerla irreversible.

La embajadora de Estados Unidos en la ONU dejó claro ayer que la voluntad de terminar con el embargo “no significa que Estados Unidos está de acuerdo con todas las políticas y prácticas del gobierno cubano”. En ese sentido, Power reiteró su preocupación por las “graves violaciones de los derechos humanos” por parte de las autoridades cubanas. Ben Rhodes, asesor de Obama, explicó por su parte que la decisión se tomó porque “no hay motivo para votar para defender una política fracasada”.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, dijo que la abstención implica “un paso positivo en el futuro del mejoramiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba”, pero recordó que “el bloqueo económico, comercial y financiero persiste”, “provoca daños al pueblo cubano” y “obstaculiza el desarrollo económico del país”. Por eso, exigió nuevamente el fin del embargo. “Lo importante y concreto es el desmontaje del bloqueo, más que los discursos, las declaraciones de prensa o incluso el voto de una delegación en esta sala”, explicó.

El texto aprobado por la Asamblea General de la ONU reconoce, entre otras cosas, la “voluntad reiterada” por Obama de “trabajar en pro de la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero” y señala como “positivas” las medidas aprobadas para flexibilizarlo. Sin embargo, afirma que esas acciones “siguen teniendo un alcance limitado” y llama a derogar por completo el embargo.