El Partido Comunista del Uruguay (PCU) pretende que el Estado se integre como un actor principal en el mercado de la faena de carne vacuna con la instalación de un frigorífico propio. Desde el equipo económico del gobierno aseguraron que la propuesta “será analizada detenidamente”, pero también reconocieron que despierta ciertos reparos porque “tiene una fuerte impronta estatista, tirando a estalinista, y puede derivar en la persecución de rivales políticos y disidentes, un genocidio y eventualmente una carrera armamentista que dejaría al mundo al borde de la Tercera Guerra Mundial. Pero hay que analizarlo con frialdad y sin prejuicios”, aseguró un jerarca del Banco Central. El senador comunista Eduardo Lorier explicó que en el PCU “somos conscientes de que esta medida va a generar resistencias entre los estancieros, los representantes de la derecha y la oligarquía. Las caras que pone [el canciller Rodolfo] Nin Novoa cuando hablamos del tema nos lo indican. Pero vamos a dar la pelea”.

Si bien desde otras tiendas políticas no se han escuchado pronunciamientos, varios grupos defensores de los derechos de los animales salieron a apoyar la propuesta comunista. “Si el Estado se encarga de la faena, las vacas demorarán años en ser sacrificadas. Habría que hacer algún trámite eterno, los encargados de la labor harían paro todo el tiempo, y cuando trabajasen serían muy ineficientes. Quizás esto no evitaría que los animales sean asesinados, pero por lo menos tendrían un par de años más de vida”, aseguró el representante de una de estas organizaciones.

Pero no todos los animalistas comparten esta visión. “Este tipo de estrategias han demostrado ser completamente inútiles. Durante años apostamos a que los zoológicos iban a desaparecer porque la ineptitud de los funcionarios iba a provocar que los animales se escaparan, pero esto finalmente no ocurrió. Para lo único que demostraron ineptitud fue para mantenerlos sanos”, afirmó una activista que trabaja en el tema.