La decisión del diputado Gonzalo Mujica de abandonar la bancada oficialista tendrá su primera consecuencia dentro de pocos días, cuando se apruebe la comisión investigadora sobre la construcción de la planta regasificadora en Puntas de Sayago, una iniciativa que el oficialismo decidió no votar pero que de todas maneras no pudo bloquear por no contar con el voto del mencionado legislador. “Sería poco ético de mi parte seguir acompañando al Frente Amplio en su manejo poco transparente de la gestión pública. Hasta ahora lo había hecho porque no quería ocupar el lugar de Víctor Semproni como diputado divo rompehuevos. Es más que nada por una cuestión de respeto, pero también de matemática, porque sólo el diputado número 50 puede ser el rompehuevos”, aseguró Mujica. El principal argumento de la oposición para votar la investigadora es una denuncia surgida en Brasil según la cual Fernando Pimentel, ministro del gobierno de Dilma Rousseff cuando se adjudicó la obra, recibió una coima de la empresa OAS para que intercediera en su favor ante el gobierno de José Mujica. Pimentel reconoció este hecho ante la Justicia y se mostró arrepentido, ya que “fue un gran fracaso para la historia de la corrupción: me pagaron una coima que no tuvo efecto porque el proyecto fracasó. Me siento culpable ante los corruptos del mundo”. Los jerarcas de OAS también definieron la operación como “un fracaso” y aseguraron que “pagar una coima para una obra planeada por José Mujica claramente es un desperdicio de dinero”.