En este caso es válido para América, pero se puede extender a todo el mundo: ¿por qué cree que el movimiento cooperativo es importante y tiene tanta incidencia?

-Yo veo mucho más la economía global. Soy cooperativista, tanto en Costa Rica como en Holanda, y he trabajado con el cooperativismo a nivel regional centroamericano, pero veo siempre las cosas en una perspectiva mayor. Sin lugar a dudas, hay gente que trabaja más específicamente en la relación de cooperativismo y su incidencia y proyección posible en América Latina y más allá. Mi intervención no va tanto hacia ahí, pero punteo en esa dirección. Creo que estamos en un modelo capitalista que se está acabando; el cooperativismo tiene como bandera la solidaridad, en contraposición a la competencia, y durante el neoliberalismo, sobre todo, la solidaridad ha tenido que ceder ante la competencia. Yo apunto a que la solidaridad va a ser más que importante en la crisis.

La crisis crea la necesidad del cooperativismo. Eso marca un signo del tiempo; creo que el cooperativismo puede responder ante la crisis, y es un poco extraño, a mi parecer, que la crisis genere más necesidad de solidaridad, necesidad de olvidarse de la competencia, de crear colchones y amortiguadores. Estamos viviendo una crisis global. Por ejemplo, hoy en India los bancos no dan más cash, y eso abre un mecanismo de solidaridad cooperativa para tener, de alguna manera, una escapatoria; la solidaridad es producto de la inseguridad. El sujeto cooperativo es más colectivo que el sujeto individuo consumidor de las empresas transnacionales, entonces el cooperativismo tiene el potencial de desarrollarse muchísimo más mediante ese sujeto colectivo que mediante un mercado abstracto en el que no importa quién. Ahí están las vetas importantes. Además, el cooperativismo tiene posibilidades, por sus estructuras, más allá de las naciones, por encima de las fronteras; las posibilidades de integración son mayores, no se necesita de los gobiernos para pensar en alianzas en la dirección que se quiera.

Hablas de la globalización y la lógica del capital a nivel mundial. ¿Qué garantiza que las cooperativas puedan tomar su rumbo?

-Naciones Unidas no ha podido apartarse mucho de las ondas de globalización; es la realidad en mis ojos. El desarrollo sostenible para ellos tiene pautas, pero cuando hacen las evaluaciones la cosa ha ido aun peor. Si seguís acortando la vida en medio de los productos, todo lo demás es paliativo; si no das vida a los productos, nunca vas a poder acabar con la sobreexplotación de la naturaleza. Todo lo que hace Naciones Unidas son discursos paliativos.

¿Entonces las cooperativas están llamadas a ser ese paliativo?

-Depende de la cooperativa. Si entra en ese discurso, entra en lo paliativo; yo no quiero decir que el cooperativismo esté en esto. No hay posibilidad, jamás, de continuar con esta racionalidad por todos los tiempos: esta lógica es insostenible. Una economía que reafirma la vida es también una economía que reafirma la vida de los productos; de lo contrario, no es posible reafirmar la vida de la tierra y el buen vivir de todos. Con la globalización estamos cada vez más excluidos, cada vez más iguales en términos de ingresos, etcétera.

En definitiva, ¿qué tienen que hacer las cooperativas para no caer en esa trampa de ser el paliativo del sistema capitalista globalizado?

-¿Tú puedes hacer esto de forma autónoma, como país? Yo creo que no se puede. La historia ha probado que no es posible salir de la lógica. Cuba, en ese sentido, es un país heroico por lo que ha tratado de hacer con todas esas dificultades que ha tenido que afrontar; el costo todos lo conocemos. Dentro del cooperativismo, por algo el conflicto interno entre los dos valores centrales -competitividad y solidaridad- es bien jodido. Yo creo que la globalización nos ha obligado, de alguna manera, a entrar en ese juego. Ir contra la corriente no es fácil, tienes que tener una estructura muy grande. A escala micro, hay muchas posibilidades, también a escala local. Yo pongo el énfasis en que la crisis puede ser una oportunidad, y el cooperativismo no es una isla en el mundo. No es un movimiento menor.

Recta final

La IV Cumbre Cooperativa de las Américas, que se está desarrollando en el hotel Radisson Victoria Plaza, finalizará hoy con la participación especial del ex presidente José Mujica. A las 9.00 expondrán la Cooperativa Portuaria de Argentina y Luis Eduardo Salcedo, gerente asociativo de la Cooperativa Financiera de Medellín, y a las 10.00 hablará el ex mandatario y actual senador. La conferencia de clausura, que será a las 11.00, estará a cargo del historiador Gerardo Caetano, que expondrá sobre “Desarrollo sostenible: razón histórica y proyección de la acción cooperativa”, y posteriormente se dará lectura a las conclusiones finales. En el marco del proceso de formalización en Uruguay de la Escuela Nacional de Cooperativismo, hoy también se firmará un convenio entre la Facultad de Tecnología de Cooperativismo de Brasil y la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas.