La Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA) presentó una denuncia ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) por el incumplimiento en forma reincidente del Decreto 321/009, del 9 de julio de 2009, sobre seguridad y salud en el sector agropecuario en el arrozal La Mini, propiedad del ex presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA) Hugo Manini Ríos, y ubicado en Rincón de Ramírez, departamento de Treinta y Tres. “Se ha aplicando una táctica sistemática de represión sindical a los delegados sindicales en varias arroceras, pero ahora el ataque abarca a los familiares. En este caso se fumigó con un mosquito [máquina para aplicar plaguicidas] cuando el hijo de un delegado sindical se encontraba trabajando en el predio”, dijo Marcelo Amaya, de la UNATRA. Esta situación llevó a que el joven sufriera posteriormente diversas dolencias: dolor de cabeza, náuseas, vómitos y diarrea, por lo que consultó el 8 de noviembre en una mutualista de Treinta y Tres, y ayer fue recibido en el Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico del Hospital de Clínicas para hacerse un estudio. La UNATRA recuerda que existe un antecedente: en noviembre de 2012, el trabajador Yonhy Rodríguez, taipero (constructor de taipas, los muros de tierra que contienen al agua del cultivo), fue derivado a la Clínica de Dermatología del Clínicas, donde se le constató sensibilización “a alérgenos de gomas y de pesticidas” y otras sustancias, y una dermatitis eccematosa en las piernas, destacándose que realizaba actividades “en muchas ocasiones con las piernas sumergidas en el agua”.

Otro de los temas que denuncia la UNATRA es que en algunos establecimientos arroceros -como en La Mini- se obliga a los afiliados al sindicato a trabajar con todos los implementos de seguridad en todo momento (overol, casco, lentes, zapatos, guantes, etcétera) y se los filma para controlarlos, mientras que el resto del personal (los no afiliados) puede desempeñarse sin ningún tipo de implemento, lo cual es considerado por el sindicato una especie de “castigo” para los que se afilian.

Ya hubo una audiencia tripartita en la oficina local del MTSS de Treinta y Tres, en la que la empresa realizó los descargos correspondientes. La UNATRA espera ahora una inspección al establecimiento.

El martes también se realizó la octava reunión del Consejo de Salarios del sector, cuyo convenio venció el 30 de junio. La próxima será el 1º de diciembre. César Rodríguez, del Sindicato de Peones de Estancia, opinó que de no mediar una propuesta del Poder Ejecutivo para destrabar la negociación, no habrá acuerdo, porque las posiciones “están muy alejadas” con respecto a las de las gremiales patronales: la ACA, la Asociación Rural del Uruguay, la Federación Rural y la Asociación Nacional de Productores de Leche. La plataforma de la UNATRA propone un correctivo de 5,66%, pendiente del convenio anterior para todos los trabajadores, un posicionamiento del sector como intermedio de acuerdo a las pautas del Poder Ejecutivo (los empresarios sostienen que el sector está en crisis), una partida fija anual de 4.500 pesos a pagar en dos veces, y que cada hora de descanso intermedio, luego de la hora de descanso, se compute como media hora de trabajo, ya que la utilización abusiva del descanso intermedio genera que haya trabajadores que pasan largas jornadas en el predio a disposición del patrón, pero cobran sólo por ocho horas.