Los resultados del informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) sobre salarios docentes (2005-2014), recientemente compilados y divulgados en papel, muestran que “a pesar de que han mejorado sensiblemente los ingresos salariales docentes entre estos años todavía existen diferencias significativas entre el ingreso docente y el de otras ocupaciones técnicas y profesionales similares” (profesionales científicos, intelectuales, de la salud, especialistas en organización de la administración pública y de empresas, técnicos de la tecnología de la información y las comunicaciones, entre otros). Esto es una preocupación para el Ineed, ya que según consta en el propio informe, “ofrecer remuneraciones por lo menos tan altas” como las que tienen estas otras ocupaciones “debería ser un criterio clave” para sustentar una política de “atracción y retención” en la profesión de personas “motivadas y adecuadamente calificadas”.

En el transcurso de su carrera los docentes tienen una estructura salarial “mucho más plana” que los otros profesionales comparados, y esto explica que la diferencia salarial al comienzo y al final de la carrera sea “relativamente baja”, y que se mantengan resultados similares en este aspecto entre 2006 y 2012. Esto se puede rastrear en cómo se fijan los salarios en el sector público, al que pertenece casi 80% de los docentes. En los tramos de menores ingresos, generalmente al inicio de la carrera, los docentes tienen un ingreso por hora algo mayor, pero a medida que suben los ingresos, el promedio por hora de los otros profesionales “supera ampliamente al de los educadores”. La brecha salarial se estima en 22% en promedio en 2012. Sin embargo, al comparar el salario con el conjunto de los trabajadores, se constata que los docentes tienen ingresos más altos, lo que es “consistente con las diferencias en el nivel educativo”.

A nivel internacional, el informe encuentra que el salario docente en Uruguay para los docentes de tiempo completo se encuentra “bien posicionado” respecto de otros países de la región e incluso del promedio de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, responsable, por ejemplo, de las pruebas PISA. Pero como gran parte de los docentes trabajan a tiempo parcial, y se les paga en base a sus horas en el aula, esto hace que el salario relativo sea inferior al de los otros países. “Hay diferencias importantes sobre todo en la carga horaria y en el hecho de que el contrato laboral es muy diferente en otros países. En la educación media, en Uruguay el contrato es por horas aula, con un tope de 20 horas, mientras que en el resto del mundo los docentes de educación media tienen un cargo de 40 horas, en el que las horas aula son una parte de la carga horaria y la otra parte es su trabajo en el centro educativo”, dijo a la diaria Alex Mazzei, presidenta del Ineed. Explicó que “acá para poder llegar a las 40 horas el docente tiene que trabajar en dos centros educativos, lo que distorsiona totalmente su forma de trabajo”.

Los docentes uruguayos ganan menos, explicó, “porque no tienen remunerado su trabajo fuera del aula”. Para Mazzei, “es de perogrullo decir que los docentes ganan poco”, pero lo importante es “mejorar las condiciones de trabajo y el nuevo contrato laboral, que implique otros tiempos y otras responsabilidades”, ya que “la dispersión del trabajo docente y la falta de posibilidades de poder permanecer en el centro educativo para atender otras tareas que también son importantes” es uno de los problemas que “dificultan la posibilidad de mejorar el clima institucional, lograr un mejor relacionamiento con los estudiantes y con los padres, y construir un proyecto de centro educativo”.

Según detalla el boletín mensual del Ineed, el informe señala la necesidad de que la política salarial “considere la necesidad de ir reconociendo de forma explícita toda la carga de trabajo que implica la tarea docente para su adecuado desempeño”, lo que incluye “estudio, preparación, coordinación y corrección”. A su vez, marca la necesidad de “avanzar en una estrategia de cambio que proporcione condiciones adecuadas para que todas esas tareas se lleven a cabo en el puesto de trabajo, estimulando la construcción de cargos que garanticen la dedicación completa de los docentes en los centros educativos”. Según el informe, esta es una discusión “ineludible” para promover una profesión docente “atractiva y en desarrollo continuo”.