En el barrio capitalino de La Teja funciona uno de los seis Centros Educativos Comunitarios (CEC) del Consejo de Educación Técnico Profesional (ex UTU). Esa modalidad comenzó a implementarse a mediados de 2014 y está pensada para adolescentes de 12 a 17 años que tengan primaria completa. Los otros centros se ubican en los barrios montevideanos de Bella Italia, Casavalle y Casabó, y en los barrios Maldonado Nuevo y Lomas de San Martín (Maldonado).

Karina Álvarez, coordinadora del CEC de La Teja, se contactó con la diaria para difundir la propuesta del centro. El lugar es nuevo y fue creado específicamente para esta modalidad de enseñanza que, en palabras de Álvarez, “se adapta mucho más a las necesidades y a los intereses del alumno”. Está pensada para los estudiantes que están desvinculados del sistema educativo; de ahí la baja carga horaria, la preponderancia de los talleres y el menor peso de los contenidos teóricos en su formato tradicional. El curso dura un año y el centro tiene tres talleres: audiovisual, robótica e informática; los estudiantes pasan por los tres, para conocerlos, y optan por uno. La formación se completa con cuatro áreas transversales -matemática, lengua, deporte y filosofía- que trabajan en coordinación y a propósito de los contenidos de cada taller. Álvarez comentó que además de evaluarse el proceso curricular, se considera el tránsito que hace el alumno por la institución educativa, para lo que se valora el hecho de “aceptar acuerdos, respetar normas, la entrada y salida, la adecuación al mundo secundario; muchos vienen de la escuela o de tránsitos complejos donde la adecuación a esa vida liceal o de UTU no ha sido tan exitosa”. El estudiante trabaja en función de un proyecto; la coordinadora explicó que, por ejemplo, en el taller de audiovisual de este año hicieron Noticec, algo parecido a un canal de televisión, en donde integraron saberes como maquillaje, escenografía, luz y cámara, y disciplinas como lengua -para hacer un argumento- o educación física -postura corporal-.

Los cursos son de lunes a viernes y tienen una carga horaria de tres horas y 45 minutos. Una hora diaria corresponde a actividades deportivas y recreativas; los viernes ese margen se extiende durante toda la jornada, en la que además de actividades de educación física disponen de un espacio abierto a sus intereses. En ese “espacio de los viernes” trabajaron, a pedido de las adolescentes, en el reciclado de vestimentas; los varones se sumaron también al espacio de belleza, encantados con la oportunidad de cortarse y teñirse el pelo, y uno de los varones que trenzaba papel les enseñó a los otros e hicieron un vestido reciclado, comentó Álvarez. A pedido de ellos, los viernes tuvieron también talleres de sexualidad.

Al término del año lectivo los estudiantes quedan habilitados a cursar segundo año de Formación Profesional Básica; durante un semestre los CEC hacen el seguimiento de los egresados y, si lo requieren, les dan apoyo en matemática y lengua.

Los CEC cumplen funciones más allá de lo curricular, atendiendo a diferentes carencias; por ejemplo, coordinan para que tengan documentación y el carné del adolescente. O, a partir de las necesidades de las familias, coordinan con instituciones barriales para atender problemas de vivienda.

Álvarez destacó que una de las grandes fortalezas del CEC es que los docentes trabajan durante todo el turno y tienen dos horas diarias de coordinación. “El profesor ve todo el proceso del alumno”, dijo, y valoró que “el alumno siente que el profesor está durante todo su tránsito de horas aquí, no es un ‘profesor taxi’ que sale corriendo”.

El CEC de La Teja tiene dos turnos, matutino y vespertino. En 2016 recibió a 120 estudiantes procedentes de ese barrio, de Paso Molino, Cerro, Casabó y hasta del Centro; 100 de ellos egresaron para pasar a otras propuestas educativas de UTU. Hasta ayer se habían inscripto 55 chiquilines en el CEC de La Teja, y tanto allí como en los otros seis es posible inscribirse hasta el viernes 30, y luego en febrero, si quedan cupos disponibles. Si hay lugar, se puede ingresar también más adelante, en el transcurso del año.