La imagen de la madre o el padre sentados en una reposera y aguardando, manta en mano, toda la noche, vuelve a verse estos días en las afueras de las escuelas técnicas. El domingo a las 17.00 ya había gente reservando su lugar en la UTU de Arroyo Seco, por ejemplo, donde ayer de tarde ya estaban cubiertos los cupos para ciclo básico, formación profesional básica (FPB), para la opción Administración de los cursos de Educación Media Tecnológica (bachillerato) y quedaban muy poquitos lugares para la opción Turismo. En diálogo con la prensa, Nilsa Pérez, directora general de UTU, explicó ayer que “la situación es dispar según la naturaleza de los centros”. Dijo que hay una “altísima demanda” en cursos del Instituto Técnico Superior, en la Escuela de Alta Gastronomía y en otras opciones, como Audiovisual. Identificó que “la falta de lugares se da normalmente en educación terciaria y en algunas opciones de educación media superior [bachillerato]”. No obstante, comentó que en el interior del país, “más allá de alguna escuela de capitales departamentales o alguna específica, las inscripciones son pausadas y a veces con tiempos de espera para ver si los grupos se abren, en función de que no se llenan los cupos; la realidad es muy errática”.

Pérez destacó que este año se solucionó la inscripción de quienes provienen de la educación primaria pública, mediante el sistema de información Gurí, que permitió la preinscripción de quienes estaban en sexto año de escuela. A partir del 26 de diciembre los padres deben presentar la documentación necesaria y culminar el proceso. Permitió, también, tener una idea de cuántos estudiantes se inscribirían. Wilson Netto, presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública, declaró a la prensa que 9.500 egresados de primaria optaron por inscribirse en UTU, cuando años anteriores lo hacían 6.000. Netto anunció que este año UTU llegará a tener 100.000 estudiantes, y respondió a las críticas de los periodistas diciendo que no ve las colas como un problema, sino como parte de “un problema de crecimiento” que se está dando a nivel básico y medio superior. Sí reconoció que hay orientaciones que son muy demandadas y que “hoy la escala del país no permite que eso se universalice en todos los centros educativos”.

Sobre cómo dará cabida la institución a esos 3.500 nuevos estudiantes, Miguel Venturiello, consejero de UTU, dijo a la diaria que “se hizo un estudio exhaustivo” de las escuelas donde hubo mayor crecimiento, que se reubicaron grupos y se diseñó un mejor uso de infraestructuras y aprovechamiento de los turnos, y anunció que en algunos casos se pondrán contenedores para atender la demanda. Por otra parte, destacó que este año UTU tuvo un incremento de 4.000 horas, y que esperan seguir creciendo.

Ayer, en la escuela de Arroyo Seco, había padres de niños que hicieron sexto de escuela en un colegio privado y que querían inscribirlos en el ciclo básico de UTU, pero no habían podido. Según entendieron, fue porque el sistema era sólo para los que venían de escuelas públicas. El problema de los cupos sí asomaba en esos casos, porque los lugares de primer año se completaron entre los llegados de la escuela y los que tenían que recursar primer año. Los funcionarios les decían que tal vez quedaran lugares después del 26 de diciembre, luego de completarse el proceso de inscripciones iniciado mediante Gurí. Según supo la diaria, también dos chicos del colegio San Isidro de Las Piedras tuvieron problemas cuando quisieron inscribirse. Venturiello dijo no estar en conocimiento de esa situación, aunque tampoco negó que pudiera ocurrir.