Familiares de detenidos desaparecidos durante la dictadura de Augusto Pinochet se encadenaron ayer a los bancos de la Catedral de Santiago de Chile para manifestar su rechazo a la ceremonia de perdón que protagonizarán hoy ocho ex represores desde la cárcel de Punta Peuco. Los manifestantes, que integran el Colectivo contra el Olvido, pidieron a las autoridades de la iglesia católica que participarán el acto que no se presten a lo que consideran “un circo” de los ex militares para lograr que disminuyan sus penas de prisión.

“Rechazamos categóricamente el pacto de silencio que se hizo con la dictadura a espaldas del pueblo y sus víctimas, y exigimos el término inmediato de este. Rechazamos enérgicamente el ‘perdonazo’ que se pretende dar a los criminales de lesa humanidad, más aun cuando estos crímenes son imperdonables en el mundo entero, no prescriben y no son sujetos de beneficios”, manifestó el colectivo en un comunicado de prensa.

Desde la catedral, Rosa Silva, hija de un detenido desaparecido, le pidió a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, que “como hija de un ejecutado” tenga “dignidad y se pare y condene este perdón mentiroso, que ha venido a quererse imponer en este país”.

El pedido de perdón de hoy fue anunciado por abogados de seis de los detenidos por crímenes de la dictadura.