Los trabajadores de los supermercados se encuentran frente a una decisión que definirá sus salarios y condiciones de trabajo los próximos dos años. El jueves, en los Consejos de Salarios, representantes del gobierno, las cámaras empresariales y el PIT-CNT firmaron un preacuerdo que implica ajustes por antigüedad, el mantenimiento de la prima por presentismo, una suba del quebranto de caja, la incidencia del salario vacacional en el aguinaldo, la regularización de los cambios de categoría y un salario de 20.130 pesos para la segunda categoría para julio de 2017. Las aguas están divididas, y la asamblea de delegados que se llevará a cabo mañana en la sede del PIT-CNT debe definir si se acepta el preacuerdo o se lo rechaza, en cuyo caso laudará el Poder Ejecutivo.

Se dice que fue la intervención del ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, la que destrabó la negociación del sector, estancada desde hacía meses. El convenio de los supermercados venció el 30 de junio, y desde entonces se negocia principalmente en torno a tres temas: el incremento del salario mínimo -el sector, que emplea a unos 40.000 trabajadores, es uno de los que tienen mayor proporción de salarios sumergidos-, la categorización de los empleados y la prima por antigüedad.

La antigüedad es el punto de mayor conflicto, y es justamente lo que Murro intentó destrabar. Hoy los trabajadores cuentan con una prima de 180 pesos, que pretendían aumentar a 200 retroactivos al 1º de julio pasado y a 220 a igual fecha del año que viene. La propuesta en observación contempla un ajuste retroactivo de 240 pesos y de 260 para mitad de año de 2017, que se ajustaría en julio, en vez de en enero, lo que les significaría a los trabajadores 360 pesos adicionales por cada año trabajado.

Desde el sector empresarial se aceptó la oferta con la condición de que a aquellos cuyos ajustes sumaran más de 1.800 pesos se les pagara ese monto con los haberes de enero, y al resto con los de febrero. Sin embargo, algunos grupos dentro de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (FUECYS) no estuvieron de acuerdo con esta propuesta y manifestaron que prefieren la “partida fija” de 3.000 pesos en diciembre para todos los trabajadores, sin tomar en cuenta la antigüedad laboral.

Otros puntos

La propuesta del Poder Ejecutivo establece que la segunda categoría, que incluye a puestos como auxiliar de ventas calificado, auxiliar de elaboración, cajero, administrativo calificado, medio oficial de mantenimiento y auxiliar de servicio calificado, llegaría a un salario de 20.130 pesos nominales en julio de 2017.

Si bien la propuesta de los trabajadores pretendía alcanzar ese mínimo este año y para los puestos de la primera categoría (auxiliar de ventas, aprendiz de elaboración, cajero aprendiz, administrativo, auxiliar de mantenimiento, auxiliar de servicio), se determinó un mecanismo de ajuste en las categorías que podría garantizar en el corto plazo un salario de 20.000 pesos para muchos de los trabajadores involucrados.

Por un lado, se propuso que los trabajadores que entran al sector sean calificados a los diez meses de su ingreso -actualmente no hay ninguna garantía ni plazos al respecto- y, por otro, que los cajeros pasen de aprendiz a calificado (primera a segunda categoría) a los seis meses de trabajo -actualmente sucede al año-. Una vez ascendidos a calificados, acceden al quebranto de caja, un monto de 700 pesos que cobra el trabajador y cuya finalidad es protegerlo ante la eventualidad de tener diferencias que cubrir de su bolsillo si, a la hora del arqueo, el dinero en caja no se corresponde con el que indican los registros. Con la propuesta del Ejecutivo, el monto por quebranto de caja se elevaría a 1.000 pesos. La oferta también incluye el salario vacacional en el cálculo del aguinaldo.

Decisiones

Mañana a las 11.00, una asamblea nacional de delegados definirá si el sector acepta o no la propuesta, en base a lo dialogado previamente en cada sindicato. En caso de votar que no, el Ejecutivo será el que laude, probablemente de acuerdo con las pautas recomendadas en sus lineamientos, lo que implicaría únicamente un aumento de 8% en el primer año y de 6,5% en el segundo, y el pago de 2,5% extra para los salarios sumergidos (menores a 17.000 pesos). No aplicarían las primas por antigüedad y presentismo -que caducan en cada convenio- ni la reglamentación de cambios de categoría, y los beneficios adicionales se tendrían que acordar con cada empresa.

El presidente de FUECYS, Fabio Riverón, dijo a la diaria que se trata, “sin dudas, de la mejor propuesta que hemos tenido arriba de la mesa”, algo que definió como un “gran logro” para el sindicato. Además de contemplar los principales puntos incluidos en la plataforma reivindicativa, como “mejorar la antigüedad y mantenerla sin tope”, consideró que “se redondean algunos de los beneficios que el sector no tenía como prioridad, como la incidencia del salario vacacional en el aguinaldo, que equivale a un incremento de 4% adicional”.