Integrantes de la Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados visitaron ayer el aserradero Saphire SA, ubicado en Rincón de Tranqueras, a unos cuatro kilómetros de la ciudad de Tacuarembó. Desde el 23 de noviembre los trabajadores de la planta, nucleados en el Sindicato de Obreros de la Industria Maderera y Afines (SOIMA), tienen instalado “un campamento sindical” a raíz de que después de organizarse para reclamar medidas “de seguridad e higiene en el lugar de trabajo” y el pago de créditos laborales adeudados, la empresa decidió despedirlos a todos, según indicó a la diaria Ángel García, del SOIMA. García denunció que se alcanzó un preacuerdo con la empresa ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, pero “después la empresa se bajó” y “no concurrió” a la siguiente instancia de negociación. “Se adeudan meses de salarios, salario vacacional y horas extras”, informó el sindicalista. El aserradero ocupaba a 21 trabajadores; la mayoría estaba en situación de informalidad.

Los trabajadores denunciaron ante la comisión parlamentaria que “la seguridad en la empresa es nula”. “Algunos compañeros ya se han lastimado. Una muchacha se quebró un tobillo y no tuvo cobertura médica. A otro muchacho se le cayó una tabla sobre el pie y, por no tener zapatos de seguridad, se lastimó. Además, el dueño nos amenaza continuamente. Se toma un vino… Ha disparado tiros amenazándonos. Ha amenazado a nuestras familias. También amenaza a nuestros niños; dice que les va a cortar las orejas”, dijo uno de los operarios, según consta en la versión taquigráfica del 7 de diciembre. Otro trabajador informó que hicieron las correspondientes “denuncias en la comisaría”. “Tenemos videos grabados en los que el hombre nos amenaza, diciéndonos que sabe cuál es la dirección de nuestras casas, cuáles son nuestros movimientos. También dice que hay mucho para comercializar con las orejas, los hígados y los intestinos de nuestros hijos”, denunció.

Ayer se hicieron presentes en el aserradero los diputados del Frente Amplio (FA) Carlos Reutor, Gerardo Núñez, Luis Puig, César Rodríguez y los representantes por Tacuarembó Edgardo Rodríguez (FA) y Wilson Ezquerra (Partido Nacional). Rodríguez explicó a la diaria que el lugar “estaba desierto, con tres trabajadoras y un trabajador que dijeron que no había nadie a cargo”. “Domingo Cal, que es el testaferro, no estaba, aparentemente estaba en Salto o en Rivera, donde la empresa tiene otros aserraderos”, agregó.

Rodríguez consideró que la solución a la situación “es difícil”, ya que la empresa habría decidido “cerrar la unidad de trabajo” y, si bien los trabajadores solicitan un seguro de paro especial, no siempre se hace lugar a este beneficio. Puso como ejemplo que aunque la comisión envió minutas al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para extender seguros de paro especiales a los trabajadores de Greenfrozen (ex Calagua) y de Fripur, estos no fueron habilitados. “Es una situación compleja”, dijo el diputado, que añadió que pudieron verificar “la denuncia que hicieron los trabajadores sobre las condiciones de trabajo”; “se hizo un registro fotográfico y se corrobora que hay instalaciones [en las] que no hay condiciones mínimas de seguridad, y [en un aserradero] no hay habilitación de Bomberos”.