“La aparición de residuos de etión en el mercado de Estados Unidos disparó una sensibilidad muy particular”, dijo ayer Tabaré Aguerre, titular del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en la presentación del Sistema Nacional de Farmacovigilancia. Afirmó que la decisión de crear ese sistema “fue producto” de lo que ocurrió con el etión, cuyos restos en carne exportada a Estados Unidos evidenció que el producto -garrapaticida- había sido aplicado de manera incorrecta. Si bien aclaró que una “cantidad mínima” de contenedores presentó problemas, dijo que el hecho determinó que “nos despertáramos de la siesta de observar pasivamente” un control de garrapatas que era “descuidado y desprolijo”. Explicó que era “descuidado porque no le estábamos poniendo la atención que oficialmente le teníamos que poner, y desprolijo porque no todos los productores procedían de la misma manera”.

El ministro comentó que los objetivos del sistema son “contribuir a poner más información al servicio de quienes toman decisiones de política pública” y “generar una base de información que nos permita detectar o anticiparnos a los problemas de residuos o eventualmente de resistencia o de mal manejo, y, sobre todo, tener una base de información que nos permita responder lo más rápidamente posible cada vez que aparece un evento por el que tenemos que responder”. Remarcó que un país que exporta 75% de la carne que produce “tiene que prepararse para avanzar más allá de lo que tiene que ver con el tradicional estándar sanitario, y tiene que anticiparse a los problemas de la inocuidad”.

Aguerre recordó que hace nueve meses, cuando el hecho causó alarma entre productores, exportadores y autoridades de gobierno, se consideró que “tenemos todos los animales del país identificados o trazados, todos los establecimientos registrados, y un sistema de información que no tiene nadie en el mundo”. En el transcurso del año el MGAP generó este sistema -que tiene una aplicación para celulares y otra para ordenadores-, que apunta a hacer un seguimiento del uso de productos veterinarios. “El objetivo es que este país, de la misma manera que tiene un padronario rural, una identificación de predios con números de Dicose [División Contralor de Semovientes] y 12 millones de vacunos, cada uno con su caravana y su georreferenciación a ese predio, construya una capa de información de dónde están y hacia dónde van los productos”, detalló el ministro. Se empezará a aplicar para la venta de garrapaticidas y mosquicidas, y la idea es ampliarlo a los antibióticos desde el 30 de abril.