La revista The New Yorker publicó un artículo de Patti Smith sobre su participación en la ceremonia de entrega de los premios Nobel el 10 de diciembre, que la tuvo casi como suplente de Bob Dylan. Al anunciar este que no se presentaría a recibir la distinción por problemas de agenda, la Academia Sueca se sacó un as de la manga y dio a conocer que en setiembre había acordado con Smith que ella cantaría en la ocasión. En principio iba a ser una canción de su autoría, pero luego decidió que fuera el clásico dylaniano “A Hard Rain’s A-Gonna Fall” de 1962.

La nota de Smith, titulada “How does it feel” (“cómo se siente”) en alusión al estribillo de otro clásico de Dylan, “Like a Rolling Stone”, está centrada en que, al interpretar “A Hard Rain...”, y pese a que, según dijo, ama esa canción desde que era una adolescente, perdió el hilo de la letra en la segunda estrofa, interrumpió su interpretación y pidió disculpas antes de reanudarla, pero luego volvió a equivocarse en algunos pasajes. Según la artista, no fue que hubiera olvidado el texto de Dylan, que es “parte de ella”, sino que sintió “una plétora de emociones [...] de tal intensidad” que fue “incapaz de negociarlas”. Es fácil creerle viendo la filmación, en la cual no sólo resulta notorio que está desde el comienzo muy conmovida, sino también que conoce perfectamente las palabras de la canción, ya que su versión se caracterizó por resaltar su significado.

En su artículo para The New Yorker, Smith comentó incluso que, mientras afrontaba esas dificultades, tenía presente que la última estrofa de “A Hard Rain...” termina con las palabras “sabré bien mi canción antes de empezar a cantar”, y llegó a una conclusión poética: fue un “fracaso”, pero de algún modo logró verdaderamente “entrar al mundo de la letra de la canción y vivir en él”. Según cuenta, al otro día varios de los ganadores del Nobel le dijeron: “Tu actuación pareció una metáfora de nuestras propias luchas”.