Los diputados argentinos tuvieron una fuerte polémica ayer en la cámara baja después de que la bancada del Frente para la Victoria (FpV) propuso tratar la agresión sufrida por la diputada Mayra Mendoza. El miércoles la diputada fue golpeada por integrantes de la Policía de Jujuy cuando, con un grupo de colegas y dirigentes sociales, intentaba ingresar por la fuerza a una audiencia del juicio contra la líder de la organización social Tupac Amaru, Milagro Sala.

A su vez, ayer cientos de personas se reunieron frente a la Casa de Jujuy -institución que representa el gobierno de Jujuy en Buenos Aires, en el barrio de Retiro- para protestar porque la dirigente y diputada del Parlasur continúa en prisión preventiva. La manifestación se organizó bajo la consigna “Una Navidad sin presos políticos”.

El FpV responsabilizó por las agresiones del miércoles al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y al presidente, Mauricio Macri, por los incidentes. Su planteo recibió una respuesta que generó molestia: la del presidente de la bancada del bloque Cambiemos, Mario Negri, quien dijo: “Vamos a condenar cualquier agresión, pero hay que repudiar todas las agresiones”. A continuación, Negri mencionó una serie de amenazas y agresiones sufridas por diputados oficialistas que no recibieron el respaldo del FpV. “Acá no hay dueños de derechos humanos [...] ustedes no son dueños de la historia”, agregó.

Negri recibió aplausos del oficialismo y abucheos de la bancada del FpV mientras otra diputada oficialista, Elisa Carrió, les gritaba a los integrantes de La Cámpora: “¿Se acuerdan de que me tiraban piedras?”. Pese a esas declaraciones, Carrió se mostró de acuerdo con aprobar una declaración en repudio a la agresión contra Mendoza. La resolución fue aprobada por unanimidad.