La Junta Departamental de Montevideo (JDM), casi que de forma unánime, aprobó este jueves el decreto que regula las aplicaciones de transporte como Uber y Cabify. A partir de ahora, estas empresas pagarán impuestos, deberán someterse a ciertas normas para no ser multadas y, además, deberán abonar un canon por kilómetro recorrido. Pasó más de un año de aquellas primeras reuniones entre el intendente de Montevideo, Daniel Martínez, y los representantes empresariales de Uber. Lo que había comenzado con un diálogo entre las partes siguió con rispideces y terminó con el jefe de la comuna diciendo públicamente que “Uber se está riendo de los uruguayos”. Las idas y vueltas políticas picaron alto en los medios; en simultáneo, más autos personales se sumaban al nuevo modelo de negocios. Entonces, el Sindicato Único de Automóviles con Taxímetro y Telefonistas levantó la voz y centró su plataforma de lucha en Uber. Mientras que detrás del taxímetro había un aparato legal, de mayor costo impositivo que el de Uber (que hasta que no se reglamente el decreto es nulo), detrás del auto personal había una empresa que no se caracteriza por tener una comunicación fluida con sus trabajadores. Estos crearon la Asociación de Conductores Uruguayos de Aplicaciones (ACUA), que no era un sindicato ni tampoco un club de barrio, y afirmaron no tener comunicación fluida con la empresa. Uno de sus integrantes aclaró que los choferes de Uber no eran sólo gurises que andaban “bananeando”, sino jefes de familia y desempleados, decía uno de los voceros de la ACUA a la diaria. La JDM aprobó un proyecto que sólo contó con dos negativas en 31 y únicamente en algunos de los artículos validados. Martín Nessi, integrante de la Comisión de Movilidad Urbana de la JDM, explicó a la diaria que ahora la pelota pasa a la cancha de la IM, desde donde se deberá adaptar el decreto a la realidad, y que hasta después de fin de año es improbable que esto suceda. Deben colocarse dispositivos GPS en todos los vehículos que sean utilizados para aplicaciones de transporte, con el fin de que se contabilice el recorrido para poder cobrar el canon que establece el decreto. En las barras de la JDM se manifestaron los taxistas, quienes terminaron arrojando monedas a los ediles.