Hoy es un día de duelo nacional en Rusia por las 92 personas que murieron al estrellarse un avión militar que se dirigía desde Moscú rumbo a Siria. En el avión viajaban ocho tripulantes y 84 pasajeros, entre los cuales había 64 artistas del Conjunto de Canto y Danza Alexandrov del Ejército ruso y nueve periodistas. Estaba previsto que el grupo Alexandrov animara la celebración de fin de año en la base aérea que tiene Rusia en la localidad siria de Jmeimim, desde donde parten los aviones que colaboran con el Ejército sirio en el bombardeo a las zonas dominadas por la oposición armada.

Además, en el avión viajaban dos funcionarios y la presidenta de la fundación Spravedlivaya Pomoshch (Ayuda Justa), la doctora Yelizabeta Glinka. Este grupo trasladaba a Siria una carga de ayuda humanitaria e insumos para colaborar con un hospital de ese país.

El avión, propiedad del Ministerio de Defensa, partió de Moscú e hizo escala en el aeropuerto de Sochi para recargar combustible. Dos minutos después de la escala desapareció de los radares y cayó en el Mar Negro a unos 1,5 kilómetros de la costa. No hubo sobrevivientes, según informó el portavoz del Ministerio de Defensa, el general mayor Igor Konashenkov. Esta cartera también informó que 109 buzos trabajaban para recuperar los cuerpos, 11 de los cuales ya habían sido encontrados. Además, en la operación de búsqueda trabajaron “cuatro barcos, cuatro helicópteros, un avión y un dron”, agregó Konashenkov.

El presidente Vladimir Putin ordenó al primer ministro, Dimitri Medvedev, que lidere la investigación de la causa de la caída del avión. La agencia de noticias rusa Sputnik Nóvosti informó que las primeras hipótesis indican que el accidente fue causado por un fallo técnico o un error humano. Varios medios rusos informaron que se descartó la posibilidad de que el avión haya caído como resultado de un ataque. En la misma línea se manifestó el diputado Andrei Krasov, vicepresidente del Comité de Defensa del Parlamento. Dijo a periodistas que “claramente no se trata de un atentado terrorista”.

El avión fue construido en 1983 y hace dos años fue objeto de una reparación general, desde la cual no se había pedido mantenimiento técnico ni reparaciones, informó la empresa que construyó el avión, Russkie Mashini. Los modelos Tu-154 han sufrido 15 accidentes con víctimas mortales desde 1990, informó el diario español El País. Uno de ellos fue el que, en abril de 2010, causó la muerte del presidente de Polonia Lech Kaczynski.

La caída del avión de ayer hizo que Alexandr Neradko, el presidente de Rosaviatsia, la agencia rusa para el transporte aéreo, dijera a medios informativos rusos que los aviones Tu-154 ya no se utilizan para transporte comercial en el país. “Sólo los departamentos del Ministerio de Defensa cuentan con estos aviones, y el Ministerio de Defensa decidirá si continúa su explotación o la suspende”, dijo. Mientras ayer autoridades y medios rusos manejaban la posibilidad de que se suspendiera la utilización de este tipo de aviones, el ministro de Transporte, Maxim Sokolov, dijo que es “inoportuno” prohibirlos. Sin embargo, el Ministerio de Defensa no se pronunció al respecto.

Este es el segundo accidente de un avión ruso en este mes: el 19 una aeronave tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia y se estrelló en Siberia. Sin embargo, en ese caso los 32 pasajeros sobrevivieron.