Las madres del Sanatorio Canzani se encuentran en una situación crítica porque sus hijos -pacientes con enfermedades congénitas, internados en este recinto- podrían ser trasladados al Hospital Policial la semana que viene si el Banco de Previsión Social (BPS) no cambia de postura.

El año pasado, el BPS resolvió que los pacientes del Centro de Referencia Nacional en Defectos Congénitos y Enfermedades Raras (Crenadecer), lo que se conoce como Sanatorio Canzani, serían trasladados al Hospital Policial. Actualmente se mantienen firmes en la misma decisión, dijo a la diaria Nibia Echeveste, que tiene a su hijo internado allí. Hay una mesa de diálogo (en la que no están incluidos los familiares de los pacientes) desde hace meses, en la que participan representantes de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS), la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el BPS, con el propósito de encontrar caminos alternativos al vaciamiento de la unidad. El 27 de enero se llevó a cabo una reunión clave en la que participaron el titular del MSP, Jorge Basso, y el secretario general de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP), Martín Pereyra. “Fue una reunión dura, encontramos al Poder Ejecutivo alineado”, señaló la ATSS en un comunicado. Mañana se pondrá punto final a las negociaciones.

En noviembre del año pasado el BPS comunicó a la opinión pública su decisión de cerrar la maternidad del Canzani y trasladar a los pacientes congénitos al Policial. Echeveste y otras madres, entre ellas Andrea Mozo y Sandra Zagami, se reunieron con autoridades del BPS para manifestarles su preocupación por lo que consideran una decisión equivocada, y se movilizaron en reiteradas ocasiones. “Ellos se pueden contagiar muy fácilmente. Entonces preguntamos si van a estar aislados, con médicos que tienen un historial digitalizado de los pacientes, y nos dijeron que los van a atender en la emergencia del Policial, donde se atiende a pacientes con un montón de enfermedades y no se cuenta con médicos con conocimiento clínico del paciente”, expresó Echeveste. “Se pone en riesgo la vida del paciente”, advirtió.

Las madres se dirigieron a la casa del presidente Tabaré Vázquez con una carta de carácter urgente. Se pararon en la puerta, pero les dijeron que allí no podían estar, por lo que se trasladaron a la esquina. Luego de transcurridos algunos minutos el primer mandatario envió a una persona para que les comunicara a las madres que ya estaba al tanto del tema y que estudiaría posibles salidas para esta coyuntura. “Necesitamos ya un diálogo franco sobre el destino del Sanatorio Canzani. Tenga a bien marcar una entrevista para poder debatir la viabilidad del sector internacional de enfermedades congénitas y raras con un grupo de representantes de las madres y pacientes del Sanatorio Canzani”, se expresa en la carta, similar a la misiva anterior, fechada el 15 de diciembre de 2015.

Desde hace un tiempo el Canzani pasó a llamarse Unidad de Perinatología y está abocado a la atención ginecoobstétrica y materno infantil, que fue su actividad histórica y que mermó drásticamente a partir de 2008, con la extensión de la cobertura mutual. Esa baja es compensada, en parte, a partir de un acuerdo mediante el cual atiende a embarazadas de alto riesgo del programa Uruguay Crece Contigo. Por otra parte, en 2011 el Canzani inició un proceso de reforma que derivó en 2014 en la creación del Crenadecer; muchos de esos casos los capta también antes del nacimiento. Por otra parte, 50% de los pacientes son del interior, donde no hay sitios especializados para estas enfermedades.

“Se debe tener en cuenta que la atención que se brinda en el Canzani, por la especialización que tiene, no se puede brindar en otro lugar del país. Lo cierto es que hasta el momento no tenemos para nada claro cuál es el motivo real por el que se quiere cerrar este centro de atención”, expresó Pereira en una conferencia de prensa en el PIT-CNT, el 20 de enero.