La Justicia imputó ayer a Nicolas Sarkozy, ex presidente de Francia y líder del partido Los Republicanos, por financiación ilegal de su campaña electoral de 2012, en la que superó el gasto máximo que permite la ley. Además, fue declarado “testigo asistido”, una figura intermedia entre testigo e imputado, por fraude, falsificación y abuso de confianza. Su abogado, Thierry Herzog, dijo que el cargo de financiación ilegal se debe a una “infracción formal” y celebró que no haya sido imputado también por los otros delitos.