Los ministerios de Economía y Finanzas (MEF) y Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) junto con la Dirección Nacional de la Leche (Dinale) mantuvieron el domingo un encuentro con Conaprole, Pili, Calcar y Claldy, las cuatro empresas que cuentan con un monto pendiente de cobro por sus exportaciones de quesos y lácteos a Venezuela en el marco del acuerdo firmado entre Vázquez y el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

“Hemos trabajando intensamente durante toda la semana para buscar un puente financiero, la construcción de una herramienta que permitiera mitigar los efectos financieros de no recibir esos cobros en tiempo y forma”, dijo el subsecretario del MEF, Pablo Ferreri, durante el Consejo de Ministros abierto, ayer en Piedras Coloradas.

La solución a la que llegaron fue un préstamo a seis años, en el que los primeros tres serán “de gracia”, es decir, no se pagarán amortizaciones, y además los intereses por estos tres años serán absorbidos por el gobierno central por intermedio del MEF.

Según dijo Ferreri, con este préstamo “de características muy especiales” se busca un “doble objetivo”: “En primer lugar, darles aire a estas empresas y esperar el cobro de estas partidas; en segundo lugar, en esos tres años también dar tiempo a que el ciclo de precios se revierta en el sector lácteo”. Vázquez expresó que pretende que “vayan 15 millones de dólares para empresas menores y 42 millones para Conaprole”. En los próximos días, el MEF enviará el proyecto de ley al Parlamento.

La respuesta

“Es un crédito del que estoy seguro que si se lo ofrecen a cualquiera se tira de cabeza para agarrarlo, porque es a pagar en seis años, con los primeros tres sin pagar nada ni amortizar ni pagar intereses”, afirmó Vázquez.

Por su parte, el presidente del Inale dijo que es un préstamo que “a todos les sirve” y que “todos lo van a tomar”, aunque sostuvo que las empresas quedaron en ver “cómo lo podían adecuar a sus flujos financieros, algo que varía según cada industria”.

Mientras tanto, el presidente de la Cámara de Productores de Leche, Horacio Leaniz, se mostró “preocupado” porque los plazos del préstamo “llevan consigo la asunción tácita de que la cuenta con Venezuela tiene un grado muy alto de incobrabilidad”. Vázquez aseguró que en el caso de que Venezuela pague antes de los tres años establecidos en el préstamo, los créditos asumidos por las empresas se cancelarían y el dinero que sobre iría a las empresas.

Por otro lado, el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche, Rodolfo Braga, dijo que “lo que se pedía era otra cosa”: “Nosotros queríamos que el gobierno se encargara de hacer un adelanto”.

También cuestionó que el monto del préstamo sea 66 millones de dólares y no 93 millones; se explicó que esa diferencia surge de que los 93 millones corresponden a la deuda total que mantiene Venezuela con los productores uruguayos, mientras que los 66 millones son producto del acuerdo entre Maduro y Vázquez.

Desde el Bandes confirmaron a Vázquez que Maduro autorizó un envío de dinero para el correr de esta semana, pero el mandatario prefirió tomar el compromiso “con pinzas”. “La próxima semana puede haber novedades”, expresó.

Consultado por el posible viaje de una misión al país caribeño -tal como lo había anunciado el jueves el titular del MGAP, Tabaré Aguerre, durante su comparecencia en el Parlamento-, De Izaguirre sostuvo que están buscando “más estabilidad y certidumbre” para poder emprenderla.

El presidente reafirmó que el negocio fue entre privados y que el gobierno asume su responsabilidad “simplemente y por la más sencilla de las razones: porque el sector lechero es extremadamente importante para la economía de Uruguay”. También sostuvo que la crisis del sector no responde únicamente a la deuda de Venezuela, sino que se debe a que “en un año y dos meses el precio internacional de la leche cayó 60% y algunos mercados compran menos”.