Mientras volaba de México hacia el Vaticano, y ante 76 periodistas que viajaban en el avión con él, el papa Francisco manifestó cierta apertura al uso de métodos anticonceptivos en el caso de mujeres que podrían contraer el virus del zika. Aclaró, en primer lugar, que no hay que “confundir” el aborto con la posibilidad de “evitar los embarazos”. El aborto “es un crimen”, insistió, y lo comparó con “lo que hace la mafia”, ratificando la postura oficial de la Iglesia Católica.

En cambio, consideró que “evitar el embarazo no es un mal absoluto”, y dejó abierta la posibilidad de hacerlo mediante el uso de métodos anticonceptivos. Francisco recordó que el papa Pablo VI, durante la guerra en el Congo Belga, “permitió a las monjas usar anticonceptivos ante la posibilidad de que fueran violadas”. Agregó: “En este caso, era claro”.

El papa también se refirió a la relación del papa Juan Pablo II con la filósofa estadounidense Anna-Teresa Tymieniecka, una mujer casada con la que se enviaba intensas cartas que fueron publicadas días atrás por la BBC. “Yo conocía esa relación de amistad del papa San Juan Pablo II y esta filósofa cuando estaba en Buenos Aires. Era una cosa que se sabía incluso en sus libros. Juan Pablo II era un hombre inquieto”, explicó. “No hay nada malo en tener una amiga. [...] A mí me gusta siempre escuchar el parecer de una mujer. Te da muchas riquezas, mira las cosas de otro modo. Una amistad con una mujer no es pecado”, dijo. También aclaró: “Una relación amorosa con una mujer que no sea tu mujer es pecado. ¿Entendido?”.