La organización Mujer y Salud en Uruguay (MYSU) denunció ayer que el sábado una joven de 21 años falleció en el Hospital de Maldonado luego de haberse sometido a un aborto clandestino, aparentemente en la localidad de Nico Pérez, en Florida. MYSU recuerda que se trata de la segunda muerte por aborto clandestino desde la aprobación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). La organización consideró “inconcebible que otra mujer muera por aborto en un país que ha modificado su marco legal y cuenta con servicios legales para la interrupción voluntaria del embarazo”, y sostuvo que hay un “déficit en la difusión de estos servicios”: “Las mujeres que acuden a estos servicios pueden enfrentarse a profesionales que intenten desestimular su decisión mediante consultas innecesarias, demoras e incorrectas derivaciones como forma de dilatar los tiempos hasta superar los plazos. Además, las rutas de acceso son complejas y varían de institución en institución. A esto se suma la falta de profesionales disponibles para brindar la atención, lo que se traduce en numerosas barreras que obstruyen la adecuada resolución de las decisiones asumidas”, denuncia.