El 13 de marzo, por primera vez desde que hay elecciones de representantes de los trabajadores en el directorio del Banco de Previsión Social (BPS), habrá competencia entre dos candidatos: por un lado, se postulará quien actualmente ocupa el cargo, el trabajador de la salud privada Ramón Ruiz (Federación Uruguaya de la Salud), que será el candidato que contará con el apoyo del PIT-CNT; por otro, Luis Lisboa, funcionario del BPS y secretario del diputado nacionalista Gerardo Amarilla (Todos hacia Adelante), busca acabar con la hegemonía de la central sindical en el ejercicio de ese espacio, que se mantiene desde 1992.

Ensalada rusa

Carlos Sarthou, el candidato en las elecciones del BPS por la lista 2 del orden de los jubilados (que incluye militantes colorados, blancos y de Asamblea Popular), lanzó ayer su campaña con una singular propuesta: que en los delitos de rapiña, arrebato y copamiento, se considere un agravante si la víctima tiene más de 65 años, por el que se aumente la pena de un tercio a la mitad. “Lo vamos a presentar por intermedio de algunos diputados”, dijo a la diaria el candidato. Su rival Sixto Amaro, de ONAJPU, salió al cruce de esta propuesta y dijo a Radio Montecarlo que se trata de una idea “traída de los pelos”, que no tiene nada que ver con la seguridad social. Calificó a la lista opositora de una “ensalada rusa” que nadie entiende.

“Hemos tenido durante más de 20 años una posición crítica al actual modelo de seguridad social, pero también hemos introducido aportes para mejorar el actual sistema de seguridad social. Muchas de las propuestas de los trabajadores se transformaron primero en acuerdo y después en normativa”, señala Ruiz, para luego enumerar una extensa cantidad de logros, como la obtención del seguro de paro parcial y especial, la posibilidad de que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social tenga facultades para prorrogar estos seguros, que los trabajadores de más de 50 años accedan a este beneficio por un año y no por seis meses, y que algunos empleados tengan la posibilidad de salir del régimen de AFAP.

En la vereda de enfrente, Lisboa sostiene que la representación sindical “dice que no a las AFAP, pero hace diez años que está el Frente Amplio y todavía no se derogaron”. Según afirmó, la reforma de la seguridad social fue un error, y lo ideal sería ir a un régimen en el que las AFAP estuvieran sujetas a condiciones, por ejemplo, que como mínimo proporcionaran una jubilación igual a la del BPS. Lisboa también cuestionó que ante la decisión política del BPS de cerrar el Sanatorio Canzani “el representante de los trabajadores se quede callado”. La gestión del banco es otro tema de disputa: mientras que Ruiz sostiene que “ha mejorado sustancialmente” en su administración, gestión y transparencia, Lisboa sostiene que si bien ha habido algunas mejoras, todavía existe un debe a la hora de combatir el informalismo.

La competencia por primera vez en este orden es una novedad. Lisboa dijo que realizará una representación “abierta”, contraria a lo que ocurre actualmente, según sostuvo, debido a que “en el PIT-CNT deciden cinco o seis y bajan línea”. Su lista, aseguró, está representada por dos integrantes del PIT-CNT, dos sin afiliación alguna y dos de la Confederación Sindical y Gremial del Uruguay, una nueva central sindical que se creó a fines de 2015, en disconformidad con la actuación de la central. A pesar de su origen nacionalista, sostuvo que su eslogan será “Por una representación social no político partidaria”. “Todos tenemos un partido político en el corazón, pero no nos podemos confundir”, afirmó.

Ruiz también sostiene que el trabajo en el directorio debe ser colectivo y no individual, y coincide en que los representantes “no deben ser políticos, sino sociales”, pero además subraya la importancia de que los candidatos “respondan a una organización representativa”. “Si yo tengo algún desliz, el PIT-CNT me va a controlar. La Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (ONAJPU) hará lo mismo con su director. Nosotros le entregamos la renuncia firmada el primer día al PIT-CNT, por si hay desvíos o inconductas ”, aseguró. También opinó que si bien las elecciones son las actuales “reglas de juego”, en realidad este camino no debería ser la forma de elegir al representante de los trabajadores. Opinó que no debería haber elecciones: “Para nosotros las organizaciones más representativas son las que deberían ocupar el directorio del BPS. Cuando el gobierno quiere discutir salarios o empezar un diálogo llama al PIT-CNT, porque es la organización más representativa de los trabajadores uruguayos”.

Si bien en las últimas elecciones del BPS había lista única, el representante de los trabajadores, Ariel Ferrari, fue electo con 50,3% de los votos, mientras que el restante 49,7% fueron votos en blanco o anulados. “Esta cifra cuestiona la representatividad del director”, afirmó Lisboa. En cambio, Ruiz sostuvo que si se hubiera tratado de un balotaje Ferrari habría ganado igual, porque superó el criterio de la “mitad más uno” de los votos. Además, aclaró que “hubo muchos votos en blanco por problemas organizativos, porque tuvimos dificultades para tener delegados en todos los circuitos”. Según dijo, Ferrari obtuvo “varios votos más que algún presidente electo en las elecciones nacionales”.