De forma sorpresiva renunció ayer a su cargo la presidenta del Partido Popular (PP) en Madrid, Esperanza Aguirre, una figura histórica del partido que gobierna España. “La corrupción nos está matando a todos. La gente no quiere más, la gente quiere gestos, y mi gesto es asumir la responsabilidad política”, dijo la ex alcaldesa de Madrid. Además, la líder del PP madrileño envió un mensaje claro al presidente Mariano Rajoy: “No es momento de personalismos, sino de sacrificios y cesiones”.

Aguirre deja su cargo tres meses antes de que termine su mandato, “por la gravedad” de las denuncias que indican que el PP tuvo múltiples fuentes de financiamiento ilegal en los últimos años, que llevaron a que la semana pasada allanaran su despacho. “No he cometido ningún ilícito penal”, aseguró Aguirre. “Asumo mi responsabilidad política [...] porque debía haber vigilado mejor”, agregó.