En setiembre de 2014, Assange le pidió al Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la ONU que examinara su caso y las condiciones en las que se mantiene recluido en la embajada de Ecuador en Londres, donde está asilado desde 2012. En el documento que le entregó a este panel, el fundador de WikiLeaks sostiene que Suecia y Reino Unido lo mantienen “detenido arbitrariamente” y alega que está privado de sus libertades fundamentales, como el acceso a la luz del sol, al aire fresco o a una asistencia médica digna.

Assange está encerrado en la embajada ecuatoriana hace tres años y medio. Pidió asilo allí para evitar su extradición a Suecia, que emitió una orden de captura internacional en su contra porque quiere interrogarlo por acusaciones de violación. Esta orden fue emitida en 2010 por tres cargos de abuso sexual, dos de los cuales ya prescribieron, por lo cual el único que continúa en pie es el de violación. Una mujer sueca que mantuvo relaciones consensuadas con Assange durante una noche denunció que a la mañana siguiente, mientras ella dormía, él la forzó a tener relaciones sexuales sin preservativo. Assange siempre rechazó las denuncias en su contra y las ha atribuido a una campaña en contra de WikiLeaks. Asilado en Reino Unido y con una orden de detención internacional a cuestas, Assange asegura que si es enviado a Suecia para declarar este país lo extraditará a Estados Unidos, donde es acusado de espionaje por haber publicado en WikiLeaks miles de cables con información secreta del gobierno estadounidense.

WikiLeaks informó esta semana que los expertos estaban analizando la situación de su líder y que se esperaba que hubiera noticias hoy. Ayer de mañana, Assange anunció por Twitter que se entregaría a la Policía británica si la ONU fallaba en su contra, “al no haber perspectivas significativas de una apelación” contra la opinión del grupo. “No obstante, si gano y se concluye que los estados implicados actuaron de manera ilegal, espero que se me devuelva inmediatamente mi pasaporte y terminen los intentos por detenerme”, advirtió.

Ayer la BBC informó, en base a fuentes que no dio a conocer, que el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la ONU emitiría una opinión favorable a Assange cuyos argumentos se conocerán recién hoy, cuando se haga el anuncio formal de las conclusiones a las que llegó el panel. Una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Suecia confirmó que el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la ONU consideró que Assange fue “arbitrariamente detenido en contravención de compromisos internacionales”. Sin embargo, señaló que la resolución no es legalmente vinculante. En este sentido, la Fiscalía de Suecia manifestó que la resolución del grupo de trabajo “no tiene ningún impacto formal en la investigación, de acuerdo con las leyes suecas”.

Con el mismo argumento ayer el gobierno británico comunicó que no acatará las conclusiones del panel de la ONU, y recordó que sigue vigente una orden de detención europea contra Assange para extraditarlo a Suecia. Si Assange decide salir de la embajada, será detenido de inmediato, ya que la orden para detenerlo “aún está vigente”, señaló un portavoz de la Policía británica a la agencia de noticias Reuters.