La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) estrenó participación en la crisis de los refugiados y se comprometió a colaborar en la supervisión del mar Egeo para contener el flujo migratorio, evitar las muertes durante la travesía y detener la trata de personas por parte de mafias que operan en la zona. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, hizo el anuncio después de que el lunes Alemania, Turquía y Grecia solicitaran su ayuda. Aclaró que los barcos de la OTAN trabajarán en cooperación con los guardacostas griegos y turcos y con la agencia de control de fronteras exteriores de la UE, agregó que la iniciativa está centrada en “contribuir con información crítica y vigilancia” y no en “detener o echar atrás los barcos de los refugiados”.

Stoltenberg señaló que Turquía es el país que está “en la primera línea” de la crisis migratoria, y el gobierno turco parece coincidir. Turquía es el país que acoge más refugiados en el mundo -2,5 millones- y ya declaró en varias ocasiones que está desbordada. Además, en estos días la situación ha empeorado por los enfrentamientos en Alepo, y más de 30.000 personas esperan en la frontera turca para ingresar al país.

Esto causó el enojo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la UE, que reclamaron al gobierno turco la apertura de las fronteras. Ante estas demandas, el presidente Erdogan advirtió ayer: “Aquellos que nos dan consejos deberían aconsejar también a otros países de la ONU, y nosotros podríamos enviar a los refugiados para ahí”.

Las declaraciones del presidente turco se produjeron luego de que el lunes se informara que había amenazado, en noviembre, al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y al del Consejo Europeo, Donald Tusk, con “desbordar Europa con inmigrantes” si la UE no ofrecía un mejor acuerdo para ayudar a su país a manejar la crisis de los refugiados, informó la agencia Reuters. “En el pasado, hemos parado a la gente en las puertas hacia Europa, en [la ciudad turca limítrofe con Grecia] Edirne detuvimos sus autobuses. Esto pasa una, dos veces. Luego abriremos las barreras y les desearemos un buen viaje. Eso les dije”, contó Erdogan sobre la reunión con los líderes europeos. “¿Cuántos refugiados han acogido otros países? Algunos 100, 300, 500, otros, uno solo. Lo siento, pero no tenemos escrita la palabra ‘tonto’ en la frente. Estamos aguantando, pero cuando nuestra paciencia acabe, haremos lo que se debe”, aseguró. Para Erdogan, la situación podría tornarse imposible si la ofensiva militar en Alepo continúa, ya que “el número de refugiados podría ascender a 600.000”.

Pero el objetivo es que el conflicto en Siria, que provoca el mayor aluvión de refugiados, pronto llegue a su fin. En esta premisa se basan distintos organismos internacionales y países que están reunidos desde ayer en Múnich, Alemania, para participar en el Grupo Internacional de Apoyo a Siria. La meta principal del encuentro es reanudar las conversaciones por la paz que se estaban desarrollando en Ginebra entre representantes del gobierno del presidente Bashar al Assad y la oposición, suspendidas la semana pasada.

Antes del inicio oficial de la reunión, los cancilleres de Estados Unidos, John Kerry, y de Rusia, Serguéi Lavrov, tuvieron un encuentro en el que intentaron negociar un alto el fuego, pero no lo lograron. Mientras Rusia propone un cese del fuego a partir del 1º de marzo, Washington exige una tregua inmediata. “Hemos hecho propuestas de alto el fuego totalmente concretas; esperamos la respuesta estadounidense”, dijo Lavrov al salir de la reunión.

Además de Estados Unidos y Rusia, participan en el evento representantes de la Liga Árabe, la UE, la ONU, Irán, Arabia Saudita, Turquía, Egipto, China, Alemania, Francia, Reino Unido, Irak, Jordania, Líbano, Omán, Qatar y Emiratos Árabes.

Al cierre del encuentro, en una conferencia conjunta de Kerry, Lavrov y el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, se anunció que la coalición que lidera Estados Unidos y Rusia coordinarán sus ataques aéreos sobre Siria, algo que no se venía haciendo hasta ahora.

“Es un cambio cualitativo que estamos pidiendo desde hace tiempo y ahora lo aplaudimos”, dijo Lavrov.