En un intento por acelerar los diálogos exploratorios de paz que el gobierno colombiano inició hace casi dos años con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), y como gesto de “buena voluntad”, el presidente Juan Manuel Santos anunció que se buscarán los restos de Camilo Torres, el cura que murió en 1966 durante un enfrentamiento con el Ejército, cuatro meses después de unirse a esa guerrilla.

El 25 de enero, diez días después del anuncio de Santos, expertos forenses encontraron en un cementerio de la ciudad de Bucaramanga, en el noreste del país, un cuerpo que, de acuerdo con documentos institucionales y periodísticos, podría ser de Torres. El cuerpo fue exhumado ese mismo día en un panteón militar, aunque todavía no se sabe si pertenece a Torres, informó la BBC. Para confirmarlo, habrá que esperar uno o dos meses, “porque son restos óseos muy viejos”, explicó a la agencia AP Carlos Valdés, director del Instituto Nacional de Medicina Legal de Colombia.

El lunes se cumplieron 50 años de la muerte de Torres, que se convirtió en “héroe” revolucionario en su país. Ese mismo día, el Ejército colombiano reveló un texto en el que se reconstruyen las circunstancias y los hechos, hasta el momento inéditos, que llevaron a su muerte. El documento establece que el guerrillero murió tras recibir un balazo del sargento José del Carmen Castro en el hombro izquierdo, mientras intentaba agarrar el fusil de un compañero que yacía en el suelo. “Torres trató de retroceder, pero entonces el soldado Osma Villalobos Palomino [...] se adelantó y disparó sobre el guerrillero dándole de lleno en el pecho. Éste cayó agonizante”, señala el texto.

Centenares de personas se reunieron el lunes en la Universidad Nacional en Bogotá para recordar al “cura guerrillero” e iniciar la “Semana Camilo Torres” en esa institución, en un acto que contó con la participación de diferentes iglesias cristianas y fue encabezado por el arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve. “Estamos recuperando el camino que nos llevó de un cristianismo ideal, por la ruta del amor eficaz, a un compromiso real por los conflictos colombianos y la solución de esos conflictos, que fue estigmatizado, excluido y llevado a tomar la ruta de las armas”, dijo a la agencia Efe el profesor universitario Carlos Medina Gallego.

Durante el acto, Medina Gallego agregó que Torres “representa a un ser humano que logró a través del ejercicio de su vida sintetizar una época de conflictos en el país” y recordó sus múltiples papeles como sacerdote, sociólogo, docente, investigador y dirigente social y político. De hecho, Torres fundó la primera facultad de sociología de América Latina. Para Medina Gallego, omitir estas facetas y referirse a Torres sólo como “guerrillero” es una “caricaturización”.

Para recordar a Torres, uno de sus símbolos, el ELN inició el lunes un “paro armado” de 72 horas que termina hoy. En esos paros, los guerrilleros suelen restringir el desplazamiento de vehículos y personas por las carreteras.